Extremar el éxito
Extremar el éxito
Parece que la nueva edición de la Extreme Sailing Series ("lo de los barquicos", traducido al zapillense) nos va a permitir disfrutar, un año más, del hiperbólico sentido descriptivo de los responsables de la Junta de Andalucía, que ya comienzan a manejar y difundir cifras de pernoctación y beneficio próximas al delirio hipnótico. Vamos, que incluso sin conocerse todavía el número de personas que van a venir a Almería atraídos por el multitudinario espectáculo de los catamaranes, la Junta ya anuncia unos beneficios económicos próximos a los 3.000.000 euros. "Osú qué pelotaso". Y es que no sé qué les pasa, pero la Junta de Andalucía no hace cálculos o previsiones, sino que traslada a su contabilidad el mismo espíritu de fantasía y lentejuela de las apoteosis finales de Lina Morgan. Por lo tanto, agradecidos y emocionados, damos las gracias por venir a la Extreme Sailing comosellame, pero por favor, que no nos tomen por tontos a la hora de presentar datos. Y es que, llevados de una incorregible manía, las señoras y señores de la Junta viven instalados en esa burbuja que en alguna ocasión hemos definido como la del "éxito decretado". Es decir, que ellas y ellos no pueden hacer nada que no salga bien o sea un simple acierto, sino, como dijo Cervantes de Lepanto, no bajan de "la más alta ocasión que vieron los siglos". Y así con todo: Andalucía imparable, Andalucía de lujo, etcétera, hasta reducir el superlativo al ámbito de lo microscópico. Pero lo malo de exagerar por exagerar es que acabas echando por la borda todo el esfuerzo de organizar esta prueba.