Hoy hace tres meses que Dios te llevó. Para mi ese fatal día todo cambió. Eras para mi amiga, madre y protectora. Aún no entiendo cómo te has ido con la falta que me hacías, eras mi vida y mi fuerza para seguir adelante. Pero comprendo que ya estabas muy cansada de esos seis años de diálisis y necesitabas descansar junto al señor porque eras una santa. Has sido una persona querida por todo el mundo, por tu dulzura y ternura al hablar. Nana el niño sigue contigo en la casa percibiendo tu cariño y olor que siempre desprendías. Nos cuesta mucho vivir sin ti pero tu nos das fuerza para seguir. Gracias También quiero dar las gracias al centro de diálisis Los Arcos, por tratar a mi madre con tanto cariño y dulzura. Desde el servicio de limpieza hasta las doctoras María del Mar, Mari Carmen y Lola, unas médicos espectaculares. Muchas gracias. Nana, nunca te olvidaré. Te quiero, Angelita.