Esta carta no lleva sello, Morata, con lo que te gustan a tí los sellos. Hoy sales en LA VOZ de Almería en esas páginas que siempre mirabas buscando a tus paisanos que subían al Cielo. Hoy te ha tocado a tí y van a saber miles de almerienses solo un poco de tu vida y obra. Bueno, más de tu obra porque tu vida necesitaría todo el periódico. No se desde cuando y como nos conocimos. Se que un día llamé a tu despacho y al decir que era de LA VOZ te salió un grito del alma “que tu trabajas en el YUGO...” y así empezó todo. Tu, ¡Señor del sello! para toda España, me diste el privilegio de tutearte y llamarte, Morata, como tus compañeros de clase en Cuevas del Almanzora donde ahora su alcalde, Jesús Caicedo, te prepara un homenaje. La de cosas que me has contado de Franco, de la España de la guerra. De vencedores y vencidos. Nunca supe cuál era tu bando porque de tu boca solo salían referencias a la historia con una sabiduría sin par. Quedamos en vernos en Madrid y no fue posible. Luego en Almería, pero era domingo y tenía Carrusel y, la última vez que hablamos no me quedé tranquilo. Te quitaste el oxígeno para atender el teléfono. Me enteré el día 4 que te habías marchado y, el Morata que conocía de alma, ya tendrá imagen en mi corazón para siempre. Tu hijo Luis me ha mandado esta foto tuya en tu despacho. Soy un privilegiado por haberle llamado, Morata, al Señor del sello y la tarjeta postal, pero eras tan cercano y agradable que solo así podíamos viajar en el tiempo y contarnos nuestras historias. Las tuyas de guerra y las mías de esa Almería que no pudiste disfrutar. Este periódico, LA VOZ, tu YUGO de toda la vida recuerda hoy al ¡Señor del sello!, a un madrileño en la capital y de Cuevas para todo el Mundo. Hoy sales y no será por última vez, Morata, porque Cuevas del Almanzora jamás de olvida de sus hijos y tu alcalde, Caicedo, hará posible que tu vida y obra aparezca en estás páginas para que Almería sienta parte del orgullo que tu siempre has pregonado por ser cuevano. Me despido como siempre, Morata, ¡Viva España! y tu me contestarás desde el Cielo: “¡Viva Cuevas, El Cañillo, la Alcazaba y el YUGO!”.