Ocupada, pero mía

Ya no es una cuestión de vasallos y señores, sino de simple coherencia

José Fernández
09:00 • 09 sept. 2022

Uno puede entender que la dinámica política haya decaído hasta el extremo de limitarse a la relectura y proclamación de consignas prefabricadas en las sedes centrales de los partidos, que cultivan y procesan las ideas para limpiarlas, trocearlas y servirlas envasadas a gusto del consumidor. Por eso no conviene alarmarse en demasía si vemos al mismo partido que no hace demasiado promovía la creación de juzgados para agilizar los desahucios quitándole polvo, sudor y hierro al tema de la ocupación de viviendas. Y ya no es una cuestión de vasallos y señores, sino de simple coherencia y respeto a las mínimas formas de la inteligencia. Lo digo por lo visto en el último Pleno celebrado en el Ayuntamiento de Almería, con un PSOE que pedía a la alcaldesa (no al Subdelegado del Gobierno, que es quien tiene las competencias sobre las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado) más medidas para evitar robos en algunos barrios, al mismo tiempo que se ponía de perfil ante una moción presentada por el PP para instar a endurecer las medidas contra la ocupación. Uno también entiende que las obligaciones del carnet y el puesto lleven en ocasiones a alguien a deglutir el recuerdo de su propia dignidad y a convertir su esófago en autopista para sapos. Allá cada cual con sus dietas. Pero lo que no tiene un pase es ver al concejal socialista Antonio Ruano, que además alardea con frecuencia de su meritoria condición de abogado añadiendo el matiz de “en ejercicio”, defendiendo que la ocupación no es un fenómeno tan grave como dicen “los alarmistas” (sic) porque aunque tu casa sea ocupada conservas la propiedad de la misma. Es decir, que para el portavoz municipal del PSOE almeriense, el hecho de que tu domicilio sea violentado y usado por otras personas no es un asunto especialmente grave puesto que en primer lugar, como aseguró, lo más probable es que estemos ante un allanamiento temporal de un domicilio, lo que no afecta a su propiedad legal. Ya ven que quien no se consuela es porque no quiere. De lo de tener que seguir pagando la hipoteca, la luz y el agua de nuestra casa para que dentro viva otra persona no dijo nada. Pues casi mejor, porque lo mismo le hubiéramos oído decir que cortarle la luz y el agua al golfo que se te ha metido dentro es un ejercicio de violencia inmobiliaria. 



Uno también entiende que los partidos tengan que reorientar a veces sus discursos o someter sus puntos programáticos a un sazonado argumental acorde con sus pactos o adherencias electorales, pero ya me gustaría a mí que el señor Ruano o cualquiera de sus compañeros nos presentase no ya a un militante, sino a un votante socialista dispuesto a tolerar con calma y sosiego socialdemócrata que una familia de motomamis se les meta en la casa, les cambien las cerraduras y se instalen allí a destrozarla mientras cobran sus subsidios o se buscan la vida. Y todo mientras ellos tienen que seguir pagando las obligaciones hipotecarias o de suministros vitales. Uno respeta también las pocas ganas de cabrearse y la tolerancia universal como hoja de ruta vital, pero discúlpenme si les digo que el consuelo del consentimiento sólo tiene encaje en los hierros de la mansedumbre. Y no creo que todo el mundo esté por la labor. En definitiva, creo que no fue la intervención más feliz del concejal Ruano, de quien después de semejante actuación creo que es legítimo pensar que lo de “abogado en ejercicio” debe hacer más referencia al plano deportivo que al jurídico.









Temas relacionados

para ti

en destaque