“Pasé tantas horas en Tipo que el dueño me sacó el disco un día antes”

Javier M. Alcaraz, autor del libro ‘Poesía básica’ sobre la historia del mítico disco homónimo

Fito, uno de los pilares del proyecto junto a Robe, Iñaki Antón y Chinato, con el periodista almeriense Javier M. Alcaraz.
Fito, uno de los pilares del proyecto junto a Robe, Iñaki Antón y Chinato, con el periodista almeriense Javier M. Alcaraz.
Evaristo Martínez
21:00 • 19 mar. 2023

Tanto su nombre como su apodo son sinónimos de seriedad, rigor y reputación en las aguas del periodismo musical por las que navega desde hace más de veinte años. Y no solo eso: su acercamiento a todos los géneros y estilos sin filias ni fobias le convierten en una conciliadora ‘rara avis’ en tiempos de constante crispación, como muestra en su web RockSesión. Ahora, Javier M. Alcaraz (Almería, 1980), ‘Chayi’ para los amigos, da un paso más en su carrera: acaba de publicar ‘Poesía básica. Extrechinato y Tú ensancha el alma’ (Efe Eme), libro sobre la historia del disco que unió en 2001 a Extremoduro, Platero y Tú y al poeta rural Manolo Chinato.



¿Este álbum fue un producto de su tiempo o una anomalía?



Es de su tiempo por la concreción en un proyecto de la comunión que sentían Extremoduro (Robe Iniesta) con Platero y Tú (Iñaki Antón y Fito Cabrales). Y una anomalía porque son dos bandas de rock elevando su concepción musical para hacer algo muy distinto y darle música a la obra de un poeta anónimo y rural que escribía por calmar sus sentimientos y guardar sus escritos en un cajón. Valiente el poeta por mostrar sus interioridades, los músicos por no repetir lo que hacían por su cuenta y la discográfica por darles carta blanca.



¿Ya entonces era de culto?



Nació como divertimento. Ni sus protagonistas ni el sello imaginaban ser disco de oro (entonces 50.000 copias) en dos semanas. Es hasta reconciliador que un producto tan elaborado, cuidado y por momentos complejo y elevado fuera un éxito comercial.



¿Qué sintió la primera vez que lo escuchó?



Pasaba tantas horas en la tienda Tipo que el dueño me lo sacó del almacén un día antes de salir a la venta. Rock con mimo de dos bandas increíbles y poesía honesta. Pensé que era mucho más que un disco: había mensaje, profundidad, furia y delicadeza. Sentimientos nobles. Una toma a tierra con las cosas más importantes.



Reúne, a través de las páginas, a Robe, Fito, Iñaki y Chinato. ¿Lo más difícil?

Intentar plasmar todos los matices que rodean al antes, durante y después de la elaboración del disco. Son muchas piezas que encajar para que la historia se comprenda en su magnitud, y se ha conseguido. Cualquier lector puede disfrutar el libro, al que he intentado dotar de ese carácter mágico que hay detrás, por la genialidad de los músicos y, sobre todo, por la figura especial y emocionante de Chinato.


El libro tiene algo de ‘road movie’ y de viaje personal.

He dejado volar las partes narrativas, especialmente las que tienen que ver con el mundo de Manolillo Chinato, con quien pasé tres días en Puerto de Béjar. Tiene mucho de su mundo rural, pero también ese choque de la gran ciudad cuando llega la promoción… He querido que el lector viaje conmigo, tanto en lo físico como, casi sobre todo, en lo emocional.


Cuántas charlas con Chinato se habrá guardado.

Muchísimas. La intensidad con la que ríe, bromea, se emociona, te cuenta… es un torbellino. Está lleno de sensibilidad, pero también es gamberrete y bromista. Las emociones con él se multiplican. Chinato es la intensidad más honesta y sincera.


¿Con qué parte de la escritura ha disfrutado más?

Todas las entrevistas han sido increíbles, sobre todo por comprobar el recuerdo tan bonito que dejó el proyecto en los implicados y en el resto de bandas influenciadas por su resultado. Esa celebración y sorpresa por reunir todo en un libro se ha contagiado: es disfrutón.  


¿Y con cuál sudó tinta?

Robe dijo que sí porque confiaba en la historia, pero hablar con él fue complicado porque no quería ‘retrotraerse’ en el tiempo mientras estaba con su gira ‘Ahora es cuando’. Hice su entrevista pocos días antes del plazo de entrega. Por suerte, lo tenía todo muy trabajado y fue fácil integrar su parte. Dio su palabra y la cumplió, pero la tensión por la incertidumbre no me la quita nadie (risas).


¿Sería imaginable un disco así, con otros artistas, en el panorama musical de hoy?
Era inimaginable entonces, imagínate en estos tiempos en los que parece que el rock y la poesía no son precisamente prioridades. Lo que no quiere decir que no exista, por suerte.


Tiene el respaldo del sello Efe Eme, referencia en la literatura musical en nuestro país, pero ¿esperaba una reacción tan entusiasta como la que está teniendo su libro?
Cuando estás inmerso en un proceso es difícil tomar distancia y valorar si lo que estás haciendo va a llegar a la gente como tú pretendes que llegue. Ahora que tantas personas lo han leído me alegro sobre todo de haber conseguido que el sentimiento que tenía el proyecto y la poesía de Manolo haya logrado emocionar en las formas y divertir también con las muchas anécdotas. Algunas personas me reconocen que el último capítulo, una despedida un poco poética que le doy al libro, les ha emocionado hasta llorar un poco. Incluso al propio Chinato. Y eso ya me vale.

Su web RockSesión ha superado la década de vida y es un faro para el aficionado. ¿Larga vida al rock?

Al rock y a la música en general. Quien conoce RockSesión sabe puede encontrarse ‘salidas de guion’ habituales. Creo que hasta han agradecido encontrar una web en la que alguien les analiza con la misma pasión un disco de metal contundente que un disco de flamenco electrónico, un disco de rock de un grupo semidesconocido que uno de pop 'mainstream'. No están solos.


De hecho, Rosalía le contestó con cariño a su detallado análisis de ‘El mal querer’ y ha entrevistado en varias ocasiones a Roberto Iniesta. Dos músicos que se sitúan en extremos opuestos. ¿Cómo lo hace?

Rosalía también me escribió para felicitarme por la crónica que hice del concierto en Almería con el que inició su gira mundial Motomami Tour (risas). Me ha pasado también con otros músicos de éxito popular. Imagino que esa confianza a la larga viene de valorar también que en los textos que he podido escribir sobre ellos destaco o apunto aspectos que, por lo general, la crítica media obvia o desconoce. Eso, sumado al rigor y el respeto, hace que se sientan cómodos o confíen en que vas a hacer un trabajo que, ante todo, siempre busca construir y explicar más que destruir. 


Como periodista musical almeriense, ¿cómo valora la escena actual en la provincia? 

Todo es un poco cíclico. Dependiendo de dónde situemos el punto comparativo podremos concluir cosas distintas sobre si es un buen momento o no. Creo que hay un mal endémico en decir siempre aquello de que antes era mejor, pero también es cierto que hay fines de semana en los que podemos encontrar cuatro o cinco conciertos en distintos espacios de la ciudad (sin ir más lejos, el pasado viernes). 


¿Un disco que me acompañe mientras transcribo esta entrevista?

El último de Fino Oyonarte ['Arrecife'].


¿Y otro que sirva de banda sonora a quien la está leyendo?

‘Poesía básica’, claro (risas). Y como bis alguna de Leonard Cohen y la concatenación de solos de guitarra de ‘Free Bird’ de Lynyrd Skynyrd. 


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