La pastelería que hace los ‘donuts’ más populares de la provincia almeriense

Con más de 70 años de historia, este negocio también tiene fama por sus mantecados y merengues

Una caja de ricos donuts variados de Pastelería Escobar.
Una caja de ricos donuts variados de Pastelería Escobar.
Francisco G. Luque
18:58 • 19 oct. 2023

Dona, rosquilla, berlina... Esta rosca de pan dulce tiene muchos nombres, aunque el más popular por tierras almerienses, donde la gente es muy dada a identificar los productos por sus marcas más conocidas, es el de 'donut'. Actualmente los hay de muchos tipos, desde el clásico de azúcar sin cobertura, hasta los que van cubiertos de chocolate de color rosa e incluso rellenos. Se pueden comprar en cientos de tiendas, pero ningunos son tan sabrosos como los que se hacen desde hace más de dos décadas en el obrador de un histórico negocio familiar del Poniente almeriense.    



Es algo que todo el mundo dice en esta comarca. Incluso se ha hecho un meme recientemente con una imagen de una bandeja llena de estos donuts con la frase de "no me den, no tengo autocontrol", haciendo un claro guiño a que su sabor los convierte en bocados casi adictivos. Y es que la suavidad de su chocolate y la textura de su interior hace que este dulce se deshaga en la boca. ¿Y cuál es el truco? Muy fácil: usar materia prima de primera calidad y mimar su elaboración. Y así lo hacen con todos sus productos en esta pastelería que tiene ya más de 70 años



Tradición y artesanía son los pilares de un negocio que fundó Salvador Escobar en 1952 en Dalías, un pueblo con un marcado ADN alpujarreño en el que lo casero, lo de toda vida, es un gran valor. Pastelería Escobar ya va por su tercera generación, por la de Patricia, cuyo abuelo inició este negocio familiar en el que su gran especialidad siempre han sido los merengues, a los que posteriormente se unieron otros dulces como sus mantecados artesanales, todo ello elaborado todavía a día de hoy con las recetas del abuelo.



Los donuts han dado más popularidad si cabe a esta confitería ubicada en la calle del Teatro de la localidad daliense, una zona que cada fin de semana suele estar muy concurrida de gente que busca endulzar su jornada en uno de los templos de la repostería tradicional que aún sobreviven en la provincia almeriense. "Hace unos diez años, al ver que venía siempre mucha gente, sobre todo los sábados y los domingos, que se formaban colas, decidimos abrir otro despacho en El Ejido", comenta Juan Ibáñez, que junto a su mujer Patricia y a su suegra María Trinidad se encarga de gestionar este conocido negocio en el que los mantecados se hacen con mucha almendra y manteca de cerdo ibérico. 



Pero entre los más jóvenes el donut es el favorito. Hay pocas personas que no hayan probado en el Poniente este producto que ya conquista por los ojos nada más verlo en la vitrina. Es difícil calcular la cantidad de donuts que salen del obrador de Escobar y acaban enamorando a cada uno de los paladares por los que pasa, pero Juan asegura que "hacemos muchísimos". Los clásicos tienen un precio de 1'20 euros, mientras que los que están decorados salen a 1'50 la unidad. Un precio más que justificado dada la calidad de sus ingredientes y su resultado final.



Aunque parezca un producto más bien contemporáneo, sobre todo los que van decorados, estos donuts son elaborados de la misma manera tradicional y artesanal que el resto de los que oferta Pastelería Escobar, que ha mantenido su esencia generación tras generación, sin usar aditivos, solamente hechos con materias primas naturales en un obrador en el que también tuestan las almendras con las que hacen sus también populares mantecados o dan vida a sus más que famosos merengues.





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