El primer Barça que pisó Almería

Entrenado por el mítico Helenio Herrera

Tony Fernández
11:18 • 15 may. 2024 / actualizado a las 11:27 • 15 may. 2024

Cuando en la temporada 1979-80 vino a jugar el Barça por primera vez en la historia un partido oficial en Almería, el equipo de José María Maguregui se había mostrado intratable en el ‘Franco Navarro’, asegurando la permanencia con los marcadores ante una afición que se daba cita en más de 20.000 almas sin llegar a batir el récord de la visita del Real Madrid. Aquel no fue un partido de guante blanco, pero si lo fue de amistades entre clubes hermanados por las buenas relaciones entre José Luis Núñez y Alfonso García Sánchez, dos presidentes amigos que estaban gestionando el trasvase de jugadores entre sus clubes. Agustín Camacho era pretendido por el Barça, y en la plantilla del Almería proliferaban los jugadores cedidos por el club azulgrana sin cláusula de penalización. Era gerente del club catalán Antón Parera y en el Almería Paco Góngora. Ellos daban forma al trasiego de jugadores y con motivo del último partido de la temporada, convirtieron en fiesta aquella primera visita del Barça a la ciudad de Almería, antes, durante y después del partido, con un Helenio Herrera encantador con los niños de Almería.



Antes del encuentro se permitió saludar a las estrellas del Barça en el vestuario y a pie de campo, algo que no se estilaba. Todo gracias a dos amigos de la gestión hermanados por el fútbol.



Empate



Aquel partido tenía que acabar bien por muchos motivos. Empezando por el colegiado que era buen amigo de Andújar Oliver. Pitaba Ángel Franco Martínez y no tuvo dificultades por la enorme deportividad de los equipos y por una afición que se tuvo que colocar como pudo en los graderíos, sin escaleras libres para el acceso. Era un domingo 18 de mayo de 1980 cuando los seguidores culés de la provincia por fin iban a ver al Barça en Almería.



Todo pasó en tres minutos con el gol de Iñaki Garay que puso loca a la afición y a reglón seguido el ‘Torito’ Zuviría anotaba el tanto del empate, que a la postre sería definitivo. Tres minutos de celebración para rojiblancos y azulgranas (que hubo muchos) en un tiempo donde la mitad de la provincia era del Barça y la otra del Real Madrid. Góngora y Parera comieron buen pescado en el Club de Mar y al año siguiente más jugadores del Barça bajaron a Almería.







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