Turki ha roto las quinielas

Cuando el capital extranjero bien utilizado da buenos resultados

Turki Al-Sheikh en su palco privado del Mediterráneo viendo el Almería-Osasuna.
Turki Al-Sheikh en su palco privado del Mediterráneo viendo el Almería-Osasuna. Juan Sánchez
Carlos Miralles
10:14 • 24 jun. 2023

Han pasado casi cuatro años desde la llegada de un ministro saudí a la UD Almería para hacerse con la mayoría de acciones el club rojiblanco. Turki Al-Sheikh se hizo con las acciones de Alfonso García. Aquel verano de 2019 iban a cambiar muchas cosas a nivel deportivo y social en la capital y a la vista están los resultados. 



Sin embargo, el aficionado suele recelar del capital extranjero, máxime cuando hay ejemplos no tan lejanos en España como el Racing, de Aly Syed o el Deportivo Alavés, de Dmitri Piterman, que se fue a lo más bajo. O el más cercano, el de los vecinos del Málaga con Al-Thani, ahora en 1ª RFEF. Y el mismo Valencia con el público pidiendo la marcha de Peter Lim.



Eso sí, no ha sido una temporada especialmente positiva para los equipos que cuentan con propiedad de fuera en Primera. De hecho, son siete los que dependen de una persona que vive a muchos kilómetros, representando el 33% de LaLiga. Tener mucho dinero no es sinónimo de éxito, pero el Almería, con sus pros y sus contras en materia deportiva, está rompiendo totalmente la línea en estos tiempos y ha conseguido todos sus retos.



Clubes
Han descendido tres equipos cuyo presidente no es español: Elche (Christian Bragarnik, argentino); RCD Espanyol (Chen Yansheng, chino), y Real Valladolid (Ronaldo Nazario, brasileño). En el límite de la permanencia se quedó el Almería (Turki Al-Sheikh, árabe), y Valencia (Peter Lim, singapurense). Estos cinco equipos cerraron la tabla en Primera. Luego aparecen Girona, que forma parte del City Football Group, la sociedad de Emiratos Árabes Unidos, y por último el Mallorca con Robert Sarver a la cabeza.



Sentimientos



Las aficiones ya han mostrado su descontento en Elche, Valencia, Valladolid y Espanyol, ya que las promesas y objetivos no se han cumplido deportivamente y muchos proyectos han acabado en Segunda División. Sin ir más lejos, un Valencia diseñado para pelear por Europa ha luchado hasta el final por no bajar, o un Espanyol que ha firmado la peor época de su historia con dos descenso casi consecutivos. Con Ronaldo, en Valladolid, el primer lío vino ya con el cambio de escudo. 



Futuro
Almería vuelve a salirse de esta línea de crispación. Turki ha cumplido hasta la fecha con todas y cada una de las promesas a nivel deportivo y social, quedando solo por cerrarse las obras de la Fase 2 del Mediterráneo, previstas para el verano del año que viene, y la Ciudad Deportiva, la gran demanda de la cantera almeriense. El cuerpo estaba hecho para sufrir hasta el final y la salvación se vivió como un éxito que tendrá continuidad a corto, medio y largo plazo. La propiedad sigue marcándose Europa como cima de ilusiones.



Objetivos

El ministro prometió el ascenso en un plazo de tres años: hecho. Una permanencia para dar continuidad al modelo: hecho. Revalorización de futbolistas: hecho. Un sport bar para la afición en el Puerto Deportivo de Aguadulce: hecho. Obras de mejora en el Estadio: hecho.


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