Roquetas de Mar

“Muchas motos acuáticas hacen el cafre en Aguadulce y es un auténtico peligro”

Nadadores plantean que haya boyas todo el año para estar más seguros

Varias motos acuáticas saliendo del Puerto Deportivo de Aguadulce.
Varias motos acuáticas saliendo del Puerto Deportivo de Aguadulce.
Francisco G. Luque
09:54 • 12 may. 2023

Las temperaturas que se están registrando a lo largo de esta primavera han provocado, dos meses antes de lo previsto, imágenes de playas almerienses repletas de sombrillas y orillas llenas de gente refrescándose en el mar. Se notó en Semana Santa, también en el puente del Primero de Mayo y se repite cada fin de semana en diferentes puntos del litoral almeriense, donde las numerosas jornadas de agua en calma invitan a realizar actividades acuáticas más típicas de meses como julio o agosto.



En este 'verano adelantado' no solamente se opta por tumbarse a tomar el sol y darse un baño, hay quienes prefieren emociones más fuertes, como la de subirse a una moto acuática y surcar el mar a una velocidad más que considerable. Esta experiencia, cada vez más demandada en la provincia de Almería y que ya es un atractivo turístico en varios municipios, genera en ocasiones situaciones conflictivas y que ponen en peligro la seguridad de los bañistas. Y es que no todos los usuarios de estas motos de agua respetan las normas establecidas para su debido uso.  



"Hay muchas motos de agua, no solamente de las empresas que las alquilan, también de particulares que hacen el cafre. Están a 30 metros de la orilla", asegura Rafa Tamayo, un vecino de Aguadulce que suele salir a nadar prácticamente todo el año con varios amigos, siempre que el tiempo acompaña, desde el espigón al Puerto Deportivo. En esa zona, justo al lado de la bocana por la que salen las distintas embarcaciones, este grupo de nadadores ha visto todo tipo de infracciones y temen que "cualquier día pasará un accidente grave"



En la provincia almeriense las empresas de alquiler rozan ya la quincena y están distribuidas en Almerimar, Almería capital, Carboneras, Garrucha y Roquetas de Mar. Tamayo, sin embargo, no focaliza el conflicto en ellas, ya que hay particulares que también tienen amarradas estas motos de agua en diferentes recintos portuarios del litoral de Almería. En el de Aguadulce, por ejemplo, "hay una veintena de ellas y otras tantas de alquiler". Hace hincapié en que el gran problema es que no se respetan las normas y además, asegura que las numerosas denuncias que se ponen "acaban en un cajón". En este sentido, la Guardia Civil no pudo facilitar a La Voz de Almería datos actualizados sobre denuncias y sanciones a estas embarcaciones en lo que va de año en esta zona concreta.



Normativa



La normativa indica que por la parte interior de las zonas de baño, las comprendidas entre la playa y la línea de balizas, estas motos acuáticas tienen prohibido navegar, "algo que no suele cumplirse". En este caso, al estar presente la estructura de balizamiento solamente en los meses veraniegos, los nadadores piden que haya boyas todo el año para marcar esos 200 metros de distancia que deben respetar las distintas embarcaciones. En otros lugares de la costa española estas balizas son fijas en cualquier época, pero en Roquetas de Mar, está previsto que se pongan a mitad de este mes de mayo.



Al no estar balizada la playa de Aguadulce, los usuarios que quieren varar la moto de agua en la orilla deben ir a una velocidad que no supere los 3 nudos. Otra de las normas que muchos infringen, aunque las que son de empresas de alquiler llevan un dispositivo limitador que se controla de forma remota que impide superar la velocidad permitida. Los nadadores explican que tampoco respetan las distancias de seguridad, que es ir a menos de 50 metros de otra moto, artefacto flotante, buques o embarcaciones, y que se acercan mucho a la orilla para hacer giros e incluso cabriolas "a una velocidad que les deja sin capacidad de reacción si se les cruza un bañista".



Proliferación en el Parque Natural Cabo de Gata-Níjar

La situación que se vive en Aguadulce es similar a la que lleva viéndose también desde hace ya algunos años, pero mayormente en los meses de verano, en diferentes puntos costeros del Cabo de Gata. Desde 2019 las motos acuáticas encabezan las denuncias en aguas del Parque Natural. La infracción más frecuente es no respetar la distancia de 200 metros que hay que guardar con la costa.


Cabe recordar también que ya los propios vecinos de La Isleta del Moro (Níjar), se manifestaron en julio de 2020 para expresar su descontento ante la proliferación, sin regulación alguna, de estas embarcaciones que los usuarios metían en el agua desde la rampa del pueblo. Consideraban que la aglomeración de motos y el ruido, perjudicaban la tranquilidad que caracteriza a este pequeño rincón del Cabo de Gata. 


Otro lugar de la provincia en el que las motos de agua han sido protagonistas recientemente es en Garrucha, municipio en el que la Junta de Andalucía ha negado la licencia de actividad comercial a cinco empresas de alquiler de estas embarcaciones, que han tenido que retirar sus plataformas de atraque tras un informe de seguridad emitido por Capitanía Marítima.


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