Fondón

Una ermita de la Alpujarra recupera su campanillo tras casi un siglo ausente

Volverá a repicar por San Marcos en abril gracias a los donativos de los habitantes del pueblo

Ermita de San Marcos, en Fondón.
Ermita de San Marcos, en Fondón.
Francisco G. Luque
20:40 • 21 mar. 2023

Las ventas de rifa y loterías, los distintos donativos de la propia gente del municipio y la colaboración del Ayuntamiento, por fin han dado sus frutos. Gracias a todo lo recaudado en los últimos años se ha podido sufragar la deseada recuperación del campanillo de la Ermita de San Marcos, en el corazón de la Alpujarra almeriense. Se trata de un elemento que ha estado cerca de un siglo desaparecido pero que volverá a repicar el próximo mes de abril si todo sale según lo previsto, en la festividad de su santo.  



Ubicada entre las calles San Marcos y Los Pintores, en la localidad de Fondón, esta pequeña y hermosa ermita recuperará su sonido y buena parte de su esplendor gracias a la implicación de los fondoneros y fondoneras que han aportado su granito de arena para el campanillo vuelva a reinar desde lo más alto de esta edificación que data de mediados del siglo XIX y que tuvo que ser rehabilitada en la década de los noventa tras casi cincuenta años de abandono total.



Historia



La Ermita de San Marcos fue construida en la antigua salida del Camino Real de la Alpujarra, también conocido como Camino de las Fundiciones Reales. Este lugar fue escogido porque ahí estaba la Cruz de San Marcos, que se puso en los tiempos de la repoblación cristiana. Los habitantes de la zona, ante la grave sequía, pidieron al santo del pueblo que calmara este problema y sus rogativas, según cuenta la historia, fueron escuchadas. La lluvia llegó y Fondón, agradecido, decidió levantar la ermita.



Pasaron los años y el edificio empezó a deteriorarse, sobre todo entrando en los años 50. La falta de fondos para su arreglo, en plena época de miseria, en la que no era nada fácil llevar el pan a la mesa de casa para toda la familia, provocó su abandono. Quedó prácticamente en ruinas, hasta que a mediados de los 90 se decidió comenzar con su rehabilitación



El edificio recuperó su vida, pero perdió gran parte de su estética original, ya que hubo que tirar la techumbre, la casa del ermitaño y la pequeña sacristía. En dicho proceso, la fachada principal se quedó sin el hueco del campanillo, que fue sustituido posteriormente por una cruz. La recién restaurada Ermita de San Marcos fue bendecida el 25 de abril de 1996, con procesión, misa en la placeta e incluso una verbena. El pueblo estaba de celebración.







Futuro

Fondón recuperó en aquella fecha una de sus construcciones religiosas, un patrimonio de su historia, pero todavía faltaba un elemento muy importante, un campanillo que volverá a la fachada principal en unas semanas. La espadaña en la que irá sujeto se ha construido estos últimos días, con el objetivo de que esta primavera Fondón vuelva a vivir un día inolvidable en honor a San Marcos, por el que repicará este campanillo que antes de ser instalado será expuesto dentro de la ermita para su posterior bendición.


La implicación vecinal y del consistorio fondonero han permitido que se haga realidad una petición histórica, que se vuelva a poner en valor esta Ermita de San Marcos que, pese a que corrió el riesgo de convertirse en un puñado de escombros a mediados del pasado siglo XX, vuelve a recuperar todo su esplendor. Pero no quedará ahí. En principio, el campanillo tendrá que ser repicado como antaño, tirando de una soga, aunque la idea es que en un futuro, si se siguen recibiendo donativos, se instale un sistema de repique automático.


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