Roquetas de Mar

Moragas de Roquetas: migas, vino, cante y alegría en la playa en plena Navidad

Cientos de roqueteros y visitantes cumplen con la tradición roquetera en La Romanilla

Francisco G. Luque
14:33 • 29 dic. 2022

Cientos de personas se han dado cita este jueves sobre la arena de las playas de Roquetas de Mar para cumplir con uno de los festejos paganos más multitudinarios de la provincia de Almería. El municipio del Poniente almeriense celebra sus populares Moragas.



Roqueteros y visitantes disfrutan en familia y con los amigos, concentrándose sobre todo en las playas de La Romanilla, de una jornada en la que el olor a pescado, el sabor de las migas y el embutido y los brindis con vino y cerveza rindieron homenaje, un año más, al ADN pesquero que sentó las bases de esta tradición.



Después de varios años sin celebrarse, debido a la pandemia de COVID-19, las Moragas volvieron el año pasado con fuerza, pero aún con mucha cautela. En este 2022, sin embargo, este evento ha vuelto a la normalidad, a recuperar totalmente su esencia y ha regalado imágenes que dejan atrás, como un mal recuerdo ya lejano, los tiempos del coronavirus.



Con la llegada del mediodía, el Paseo Los Baños, la Avenida Antonio Machado y las calles Romanilla, Chile, Amapola o José Ojeda, entre otras que también desembocan frente al mar roquetero, empezaron a ser escenario de un desfile de personas que, cargadas con mesas, sillas, barbacoas, altavoces, neveras y bolsas llenas de viandas, ponían rumbo fijo hacia las playas, en busca de conquistar varios metros cuadrados para montar su puesto base y empezar con los tragos rodeados de familiares, amigos y conciudadanos.



Pese a ser un día laborable, los 17º C de temperatura casi veraniega animaron más todavía a los varios miles de personas que han tenido el privilegio de disfrutar de esta peculiar despedida del año bajo un agradable sol, el mismo que durante siglos coloreó la piel de los pescadores a los que sus mujeres e hijos esperaban por estas fechas, en las playas cercanas al Puerto. Allí encendían las fogatas y celebraban su regreso de alta mar, pasando por el fuego unos cuantos pescados de las capturas.



Gran fiesta



Esta tradición se ha convertido en una gran fiesta para Roquetas de Mar, que ha trascendido de uno de sus gremios más arraigados a su historia, de los habitantes del Puerto, hasta cruzar incluso fronteras. Y es que este jueves, como viene pasando en los últimos años, han sido cientos los visitantes de otros lugares de la provincia, e incluso del resto de España y de varios países distintos, los que también han querido brindar en La Romanilla o La Bajadilla, donde se vive un espectacular ambiente. 



Los más madrugadores empezaron a colocar la leña a partir de las doce, prepararon sus planchas y guardaron sitio para los que se irán incorporando a lo largo del día. Y es que esta jornada, entre aroma a calamar, jureles, morcillas y longanizas, se alarga hasta la noche, hasta que las ascuas se apaguen y la humedad de la noche empiece a notarse.


Peñas moragueras como la de 'El Mangui' se ubicaron en su sitio de toda la vida, en la entrada a la playa tras pasar el Club Náutico. "Esto se celebra desde mis tatarabuelos, lo hacía la gente de la zona del Puerto, pero ahora lo celebra muchísima gente, hasta Las Salinas", comenta mientras prepara el pulpo en aceite Antonio Jiménez, que lleva cinco décadas sin faltar ningún 29 de diciembre a esta cita que "para los roqueteros es casi más importante que Nochebuena o Nochevieja".


Con las planchas y barbacoas ya listas para la batalla, los distintos grupos iniciaron su maratón de buena comida a pocos metros del del Mar Mediterráneo, que luce en este jueves como una balsa. Los brindis entonaron a los roqueteros y visitantes, que pasadas las dos de la tarde ya se atrevieron a cantar villancicos, flamenco y otras letras populares


La alegría se fue contagiando por toda la playa, desde el Puerto a la Rambla del Cura, donde jóvenes y mayores viven uno de los días más esperados por un municipio roquetero que despide el año y celebra la Navidad, como en su temporada alta de verano, en una playa, donde en unas pocas horas, cuando la gente salga de sus trabajos y se una a la fiesta, no entrará un alfiler.


Pero la celebración también se notó en los bares aledaños a La Romanilla y, por la tarde, en la explanada del Club Náutico con los grupos musicales que ha contratado el Ayuntamiento para amenizar más aún estas Moragas 2022.


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