Opel Mokka-E: Máxima eficiencia y confort también en invierno

En Salinas Car podemos apreciar las virtudes de este Moka-E

Pedro Lamazares
15:00 • 21 oct. 2022

A medida que las horas de luz se acortan, la temperatura baja y el otoño se convierte en invierno, es importante que los vehículos 100% eléctricos funcionen de la forma más eficiente posible. Con el atractivo Opel Mokka-e el conductor y sus pasajeros no sólo se desplazan sin emisiones, también pueden conseguir un bajo consumo de energía y una elevada autonomía gracias a los sistemas y tecnologías de calefacción a bordo.






La bomba de calor y la aplicación móvil facilitan el precalentamiento



Los primeros pasos para conseguir la máxima eficiencia se producen incluso antes del inicio del desplazamiento. Los conductores del Opel Mokka-e sólo tienen que activar la función de precalentamiento mientras el coche está conectado a la red eléctrica externa a través de una toma de corriente doméstica, un wallbox o un punto de carga rápida. De esta manera, la energía necesaria para la calefacción proviene de la fuente de alimentación externa y la autonomía eléctrica, de hasta 338 kilómetros (bajo ciclo WLTP[1]) está disponible desde un inicio. Gracias a la bomba de calor, que forma parte del equipamiento de serie, el calor generado se utiliza para calentar el habitáculo sin tener que recurrir a la calefacción convencional, lo que comprometería la autonomía.



Además, los propietarios del Opel Mokka-e pueden utilizar la aplicación ‘myOpel’ para programar a distancia el preacondicionamiento del habitáculo desde el confort de su sofá antes de salir de casa. En unos pocos minutos el habitáculo alcanza una temperatura agradable de unos 21 grados centígrados y las ventanillas ofrecen completa visibilidad al desprenderse de la escarcha.






El sistema de frenada regenerativa genera energía



Además del calor físico que proporciona el Opel Mokka-e en su habitáculo, también ofrece la cálida sensación de conducir con responsabilidad y eficiencia, especialmente al desacelerar y en las bajadas. El motor eléctrico se convierte en generador y convierte la energía cinética de la deceleración en electricidad. Si el conductor además selecciona el modo de conducción B, este efecto se incrementa. La batería de 50 kWh se carga a coste cero y se ahorra energía para la siguiente etapa del desplazamiento. El Mokka-e también ofrece tres modos de conducción: Eco, Normal y Sport; con el modo Eco seleccionado se prioriza la autonomía sobre las prestaciones.


Como ventaja adicional en materia de seguridad, agilidad y agarre a la carretera, que mejoran aún más en las complicadas condiciones invernales, la batería está integrada en los bajos de la carrocería, lo que rebaja el centro de gravedad.


Con estas tecnologías a bordo, los conductores y ocupantes del Opel Mokka-e pueden emprender los desplazamientos en invierno con absoluta comodidad, la máxima eficiencia y sin emisiones. Y cuando llega el momento de la carga, el Mokka-e permite beneficiarse de la carga rápida de 100 kW con corriente continua de serie; que en sólo 12 minutos de carga en una punto de carga público de 100 kW permite almacenar suficiente energía para 100 kilómetros de autonomía.




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