Un fondo USA y el Santander se quedan con la gran torre de El Ejido

Blackstone, a través de Aliseda, saca a la venta 27 locales comerciales, oficinas y garajes

El edificio torrelaguna tiene una altura de 105 metros en 30 plantas y fue inaugurado en 2012 junto al bulevar ejidense.
El edificio torrelaguna tiene una altura de 105 metros en 30 plantas y fue inaugurado en 2012 junto al bulevar ejidense.
Manuel León
00:21 • 12 ene. 2019 / actualizado a las 07:00 • 12 ene. 2019

El rascacielos de El Ejido, el conocido como edificio Torrelaguna, ha pasado a manos de Blakstone, el fondo norteamericano socio del Banco Santander que ha iniciado la comercialización de oficinas, locales comerciales y garajes. La gestión de las ventas ha recaído en Aliseda -participada al 51% por el fondo USA y al 49% por el banco presidido por Ana Patricia Botín- que ha heredado el Santander del Banco Popular como comercializadora de activos inmobiliarios.



Aliseda, por tanto, ha sacado a la venta 27 locales comerciales y oficinas del edificio que están sin ocupar junto a un amplio portfolio de plazas de garaje y trasteros subterráneos en una superficie de unos 6.000 metros. Las viviendas, a las que se accede por los portales 1,2,3 y 4, están vendidos en una parte, en alquiler y una buena parte también ha salido a la venta.



Las plazas de parking se venden a 3.200 euros y las oficinas desde 58.000 a 85.000 , dependiendo de metros y altura. La idea de los propietarios actuales, que heredaron el emblemático inmueble del Banco Popular, es la de promover también dos restaurantes en la parte superior del edificio. 



Para promover toda esta superficie comercial en distintos espacios, Aliseda cuenta con informe favorable de la Comisión Asesora de Comercio Interior de Andalucía (CACI). El edificio está situado junto al bulevard de El Ejido y es la tercera construcción más elevada de Andalucía, por detrás de Torre Sevilla y las Torres de Hércules, en Cádiz. Dórica, su promotora, finalizó su contrucción en 2012, tras haber sufrido en sus carnes el estallido de la burbuja inmobiliaria.



Ahora Blackstone tratará de sacarle la mayor rentabilidad a esta singular obra arquitectónica que es el techo de la provincia con  con una altura de 105 metros distribuidos en 30 plantas.



El fondo norteamericano se ha convertido en el mayor propietario inmobiliario de España, junto con su homólogo Cerberus, principalmente a través de la compra de cartera a los bancos por créditos fallidos. Conocidos en algunos ámbitos como fondos buitres, estas sociedades de inversión ha contribuido a que las entidades financieras hayan podido sanear sus balances al sacar de su perímetro de consolidación estos  créditos a promotores que se quedaron sin retorno.



Blackstone y Santander pactaron la denominada Operación Quasar,  el traspaso al fondo estadounidense del 51% del ladrillo envenenado de Popular, entre el que se encuentra el edificio Torrelaguna, entre cientos de propiedades repartidas por toda españa. El valor contable de la operación ha ascendido a 30.000 millones de euros.



Blackstone, el mayor propietario de ladrillo del mundo, se consolida también como uno de de los protagonistas del mercado inmobiliario almeriense. 


El rascacielos que soñó Francisco Laguna

El Torrelaguna, que emerge como un gran  Empire neoyorquino en el páramo ejidense, fue el sueño de Francisco Laguna, su promotor, el administrador de Dórica, la empresa que lo promovió a partir del ya añejo 2005, ese año en el que parecía que todo iba a ocurrir en la provincia de Almería, nuestro particular noventaydos a nivel doméstico.  Fue diseñado por los arquitectos ejidenses Francisco Escobar y José Manuel Gutiérrez y se estimó un periodo de ejecución de dos años.


Sin embargo, surgió un pleito entre la constructora Garasa Eñeco y la promotora Dórica que ralentizó todo el proceso hasta 2012. El esqueleto de este prodigio de verticalidad está ocupado por 119 viviendas tipo pisos y dúplex, oficinas y galería comercial junto a los garajes en el sótano. Más de 300 personas acudieron a la inauguración hace ya seis años y disfrutaron de un ascensor que recorre 2,5 metros por segundo y llega a la última planta en apenas 40 segundo. Desde su azotea se pude apreciar todo el mar de Plástico del poniente, el Campo de Dalías y hasta el Cabo de Gata.


Participaron también en la construcción los ingenieros Miguel Clement y Gabriel Vique de la empresa ejidense Grupo Agora. El acto de colocación de la primera piedra estuvo presidido por el alcalde de entonces, Juan Enciso, y el de inauguración por el actual regidor, Francisco Góngora.


En el paquete inmobiliario del Popular, Blackstone se ha hecho también con las riendas de varios edificios de viviendas y locales comerciales situados en el Puerto Deportivo de Almerimar, conocidos como PTP. También se incluyen chalets situados en el edificio Nautilus, Bitácora, o en la calle Mascarón, algunos de ellos ya vendidos, con precios desde 163.000 euros.


Parte de Almerimar también está en manos del poderoso Blackstone
Blackstone es también el propietario del crédito no ejecutado del Gran Hotel Almería, que explota en régimen de arrendamiento la empresa Gestión Hotelera Nevada a través de un acuerdo con la cadena Ohtels. 


Almería es la séptima provincia española, en términos porcentuales, en la que Blackstone, el fondo inmobiliario participado por el Santander, ha sacado más suelo a la venta.


El ránking lo encabeza Murcia, seguido de Málaga, Castellón, Valencia, A Coruña, Alicante y Almería, que suma unos 80.000 metros cuadrados, de los 2 millones que Blackstone acaba de sacar a la venta valorados en 500 millones y que lo convierte en el mayor propietario inmobiliario de España, sumando también viviendas, con activos valorados en 200.000 millones de euros, según el Balance de la sociedad.  


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