La mujer acusada de matar a su hija alega que el bebé nació sin vida

En su declaración señaló que el parto fue de manera inesperada y asistido por una vecina

H.R. frente a la presidencia del tribunal, Ministerio Fiscal, Acusación Particular y Defensa.
H.R. frente a la presidencia del tribunal, Ministerio Fiscal, Acusación Particular y Defensa. Víctor Navarro
Víctor Navarro
18:29 • 06 nov. 2023 / actualizado a las 19:24 • 06 nov. 2023

Esta mañana ha empezado en la Audiencia Provincial de Almería el juicio con jurado contra H.C., mujer de 42 años acusada de haber matado a su bebé recién nacido en la localidad de Vícar el pasado 7 de marzo de 2020. El proceso que constará de cinco sesiones, ha iniciado con la declaración de la acusada ante los nueve miembros que componen el jurado, la cual ha respondido a las preguntas del Ministerio Fiscal y de la Acusación Particular, las cuales piden pena de prisión permanente revisable por un delito de asesinato en grado de consumación.



De acuerdo con la acusación del Ministerio Fiscal y de la Acusación Particular, H.C. causaría la muerte del neonato por asfixia "con sus propias manos a los pocos instantes de nacer". Además el jurado también deberá decidir sobre la presunta acción realizada por la acusada tras el deceso del bebé, a quien, según los hechos justiciables, habría enterrado a la entrada de su casa bajo un bidón. La Acusación particular ha añadido que H.C. habría agravado su delito por su parentesco con el bebé. Por su parte, la Defensa ha alegado que H.C. es inocente del delito que se le imputa y pedía al jurado "no dejarse influenciar".



Tendría el cordón enrollado al cuello
La acusada ha declarado ante el jurado que alumbró en su casa a una bebé que nacería sin vida, "ya que no lloraba" en el momento del alumbramiento, y que "tendría el cordón umbilical enrollado en el cuello". Asimismo, H.C. ha sostenido que antes de perder el conocimiento por el rigor del parto, todo el proceso fue asistido por una vecina.



H.C respondería a las preguntas realizadas por la Fiscalía y Acusación Particular explicando que no recordaba en que momento quedó embarazada y "que todos los vecinos y su pareja lo sabían". Según su testimonio, en el momento en el que entró en estado de parto fue de manera inesperada ya que no habría tenido un seguimiento  médico del periodo de gestación, visitando al médico en tan solo una ocasión para evitar "tener problemas en su trabajo del sector agrícola". Sin embargo, ha insistido en que todos conocían que estaba encinta.



Esta declaración confrontaba contra la actuación presentada por la Acusación Particular llevada por Manuel Blázquez, quien ha sostenido que, "H.C. escondió en todo momento su estado de embarazo a sus vecinos y familia", además de "confundir a los mismos con el tiempo de gestación".



La Acusación ha sostenido que según los hechos, fue una vecina quien se percató que H.C. ya no tenía barriga, y que por mediación de otra vecina que peguntó directamente a la acusada, supieron que la niña habría sido depositada en el Hospital de Poniente de El Ejido tras dar a luz, "porque la acusada así lo habría dicho". Basándose en esta información, tanto la vecina como el padre de la menor iniciaron la búsqueda del neonato por diferentes hospitales, y que al no encontrarlo interpusieron una denuncia ante la Guardia Civil de Vícar, lo que motivó la investigación y el posterior hallazgo de los restos de la menor.



La fiscal ha señalado las circunstancias que concurrieron, en base a su calificación provisional de hechos, en el crimen, en el que la mujer "se aprovechó de su superioridad y acceso a la recién nacida para presuntamente darle muerte". "No pierdan de vida a ese bebé fallecido, que hay que hacer justicia con ella y su familia espera que se haga justicia", ha pedido a los miembros del tribunal.




No sabe que pasó tras desmayarse

Continuando con su declaración, H.C. relataba a la sala que el día que se puso de parto, una vecina que acudía a su domicilio con "frecuencia", "se presentó a por las niñas" (hijas de la acusada), donde la encontró a la parturienta. La mujer ha sostenido que después del alumbramiento llegó a ver a la bebé, "aunque no claramente", y al ver que "no estaba llorando" pensó que habría nacido muerta. La acusada continuó su relato indicando que tras desmayarse "desconocería lo que ocurrió en el domicilio hasta que llegó la Guardia Civil", además de señalar que pidió llamar a una ambulancia. "pero su vecina llamó a su marido" y "no la llevó al médico".

A tenor de esta declaración, la fiscal Teresa Prieto cuestionaría este testimonio al encontrar contradicciones respeto a las declaraciones dadas durante la fase de instrucción, en la que H.C. "habría asegurado que enterró al bebé con ayuda de la vecina". Ante la intervención de la Fiscalía, la acusada habría achacado a un posible error de traducción las contradicciones encontradas por Prieto, entre ellas aquellas que incluyen afirmaciones de su participación en el entierro del bebé por miedo a que las autoridades se llevaran el cuerpo para incinerarlo o que ella "no llegara a coger" a la recién nacida.

A partir de ese momento, la declaración de H.C. se ha centrado en la acción llevada acabo por la vecina que la asistió en el parto, ya que según la acusada, "fue esta la encargada de llevarse al bebé, hablar con la Guardia Civil y guiar a las autoridades hasta la balsa de riego donde se arrojó la placenta y el cordón umbilical".


La acusación ha indagado sobre la existencia de una azada que supuestamente H.C. habría pedido a algunos vecinos "con la excusa de plantar una parra cerca de su vivienda", pero cuyo objeto era la de "enterrar el cuerpo de la menor". La acusada ha negado haber solicitado tal utensilio de labranza o alguno similar, así como haber interaccionado con estas personas en "años o meses" al ser allegados a su expareja.

La Acusación ha querido saber si H.C. envió una carta desde prisión a una amiga en relación a los hechos, en donde ella admite que su expareja supo mediante un juicio que ella esta embaraza tres meses antes de dar a luz. Ante esta pregunta, la acusada ha rechazado haber sido la autora de la misiva alegando que no sabe leer ni escribir castellano. Asimismo ha alegado que ella "tenía medio" de su expareja ante la posibilidad de que éste pudiera "robar" a la niña.


A las próximas sesiones del juicio acudirán a testificar los forenses que llevaron a cabo la autopsia de la bebé así como los agentes de la Guardia Civil que llevaron a cabo la investigación.


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