Los hombres acusados de secuestrar a tres menores esperan la sentencia

La Audiencia Provincial de Almería concluyó la última sesión del juicio contra tres hombres acusados de secuestrar a tres menores en La Mojonera en 2018. La Fiscalía ha solicitado penas de 24 años de prisión para cada uno.

Según la acusación, los menores fueron llevados desde La Línea de la Concepción (Cádiz) a Almería por uno de los acusados, tras ser captados a la salida de un centro de menores. En Almería, fueron retenidos en un cortijo mientras se exigía un rescate a sus padres.

Los jóvenes denunciaron los hechos en Granada, con la ayuda de una mujer que les asistió en un locutorio. Narraron a la Policía Nacional la situación de secuestro, golpes y privación de alimentos sufrida en el cortijo.

En sus declaraciones, los acusados admitieron el viaje desde La Línea hasta Almería, pero afirmaron que su objetivo era recoger a su sobrino de un centro de menores. Según ellos, los tres denunciantes pidieron ser transportados a Barcelona. Alegaron que, al llegar a La Mojonera, se celebraba una fiesta por el nacimiento de la hija de uno de ellos, a la cual los menores fueron invitados a unirse a la celebración y pasar la noche.

Testimonios

La sesión incluyó los testimonios de los propietarios del inmueble, los empresarios para los que trabajan los acusados, dos asistentes a la fiesta y la mujer que llevó a los menores a la comisaría de policía en Granada.

Los propietarios de la casa, donde reside uno de los acusados con su familia, y sus empleadores confirmaron que el inmueble tiene un pequeño garaje anexo que funciona como almacén de herramientas agrícolas, lugar donde se celebró la fiesta. En su testimonio, señalaron que la puerta de acceso al almacén puede abrirse tanto desde dentro como desde fuera. "Tiene una cerradura de esas que de botón para abrir por dentro."

Esta información ha sido relevante para el abogado Nabil El Meknassi. Argumentó que el inmueble, usado a diario por los acusados y otros trabajadores agrícolas para guardar herramientas, no sería adecuado para retener a personas. Según El Meknassi, este hecho hace prácticamente imposible que se pueda mantener una organización criminal dedicada al secuestro de menores, como alega el Ministerio Público.

Aunque hubo problemas técnicos para efectuar la comunicación, S.Z., la mujer que encontró a los jóvenes en Granada, ofreció su testimonio a la sala vía telefónica. Ella narró al tribunal cómo desde la comisaría granadina llamaron al padre de uno de los menores, que se encontraba en Marruecos, e informó a las autoridades que había pagado una cantidad de 5.000 dírhams a la hermana de los acusados para liberar a los chicos. La Fiscal preguntó a la mujer sobre la posible agresión que habrían sufrido los menores en Almería, a lo que la mujer contestó que "uno de los niños tenía una marca en el pie."

Por su parte, el abogado de la defensa quiso saber cómo ha sido posible que localizaran a la hermana de los acusados, ya que en la "denuncia no consta ningún nombre." La mujer se remitió a la información dada por el padre de uno de los menores tras localizarlo telefónicamente. El letrado insistió en sus pesquisas, pero la mujer se aferró a que fue el padre del menor quien lo dijo.

Conclusiones

En sus conclusiones finales, el Ministerio Fiscal dio por acreditada la versión dada por los menores sobre su periplo desde que salieron de las costas de África hasta llegar a Almería. Añadió que el proceso cuenta con los testimonios de los testigos protegidos (uno de los menores presuntamente retenidos) y el de los cooperadores (la mujer que los ayudó en Granada). No obstante, este último punto no ha sido del todo aceptable para la defensa, que recordó que dos de los tres menores están en paradero desconocido y no han testificado, y el que sí lo hizo cuenta con antecedentes y está privado de libertad por delitos, lo que resta confianza a su testimonio.

La Fiscal no pone en duda la celebración de la fiesta, pero considera que, según las actuaciones, los jóvenes pudieron estar encerrados los días 12 y 13 de julio. Acabando sus conclusiones, el Ministerio Fiscal detalló la existencia de un giro bancario a una cuenta de Marruecos, así como una conversación captada entre los tres hermanos, donde dos de ellos recriminaban al que ejercía de supuesto conductor que no había pactado con ellos el precio del rescate.

Nabil El Meknassi solicitó al tribunal una sentencia absolutoria, al sostener que no ha habido una declaración de ninguno de los testigos protegidos, ya que la única existente solo se dio inicio a la investigación y antes de la detención de los acusados. "El testigo no ha estado a disposición del tribunal, ni sus amigos tampoco."

El abogado elevó en sus conclusiones un alegato que pretendía mostrar al tribunal las contradicciones encontradas en los testimonios. "En primer lugar se dijo que viajaban cinco personas en el coche desde la Línea. Luego dijo que eran siete. Uno de ellos viajaba en el maletero." Ante este escenario, el letrado se preguntaba "¿Cómo es posible que si estaban en el vehículo contra su voluntad, no lo denunciaron al pasar por los peajes?"

Otra de las incoherencias encontradas por la defensa de los tres acusados recae sobre el uso diario del almacén de aperos de trabajo en el que supuestamente estarían los jóvenes retenidos. Además, puso énfasis en los testimonios ofrecidos por los asistentes a la fiesta, quienes relataron que pasaron la noche en el almacén, junto con los menores, durmiendo con la puerta abierta debido a las altas temperaturas.

Para El Meknassi, no hay ninguna referencia para acreditar que la mujer que asistió a los menores en Granada hubiera hablado con la hermana de los acusados, ya que "no estaban ni siquiera identificados." Sin embargo, sí la hay en los testimonios de aquellos que estuvieron en la celebración, quienes narraron que vieron a los menores unirse a la celebración como cualquier otro invitado.

Tras escuchar las conclusiones, el magistrado presidente ha decretado dictar sentencia en los próximos días.