El Retrovisor: Almería necesita que la zarandeen arquitectónicamente

El color te lleva a la felicidad es frase que repite esta profesional inteligente con un plus de humildad que defiende la promoción de todo lo relacionado con el casco antiguo y el entorno de la Alcazaba, el monumento más visitado. La firma francesa Hermès, que data desde 1837, ha vuelto a contar con una mujer que tiene contratos para grandes firmas en las capitales de la moda europea. “Han pasado cinco años desde que Hermès llenó un patio barcelonés con vegetación local a cargo de Flowers by Bornay (es al arte floral lo que Ferran Adrià a la Gastronomía) Lo hizo, además, de la mano de una instalación que había diseñado Gema Gutiérrez, la interiorista que hay detrás del estudio Puntofilipino, quien al poco tiempo proyectó el escenario del desfile The Matador & Fisherman en Madrid. Hoy, la arquitectura efímera de Gutiérrez continúa, sólo que ahora se combina con las casas y tiendas que su despacho rediseña de manera concisa. Y para un target (objetivo) concreto, el público de cierto poder adquisitivo que le permite centrarse en pocos proyectos y transformarlos en un traje a medida. “Yo quiero disfrutar diseñando”, aclara ella. Subraya que no ha sido fácil llegar a esa clientela que concede reflexión ante una obra de arte. “En cada proyecto estudiamos un elemento, un estudio o una filosofía y le damos una vuelta”.

Futuro laboratorio en Almería

Gema Gutiérrez Aguilera, de 40 años, tras nueve años en Madrid, confiesa que se siente en deuda con Almería. Estima que la provincia es una mina para atraer talento y a inversores que puedan crean puestos de trabajo. Sueña concluir en el casco antiguo un proyecto de un laboratorio creativo para que personas inquietas no tengan que salir de su tierra. “Todos los que salimos fuera para crecer profesionalmente debemos volver con generosidad y poner todos esos conocimientos al servicio de nuestra comunidad y preparar a personas que exijan a los profesionales”. ”Quiero que vengan diseñadores de fuera y apuesten por Almería, una ciudad que necesita que la zarandeen arquitectónicamente desde La Alcazaba hasta el Paseo Marítimo.

Gutiérrez Aguilera reitera que el casco antiguo de Almería parece una ruina milenaria que tiene posibilidades para que saquemos orgullo.  Odia la desidia y el desinterés por cómo se siga produciendo tanto crimen urbanístico como las “torres gemelas” que critica todo el que nos visita cuando se fija en una de las fachadas más bonitas de España como la histórica Estación del Ferrocarril. Su pasión por la conservación y la cultura le enciende cuando nos olvidamos de mirar al mar. “Tenemos que contribuir todos en hacer una ciudad habitable, un valor arqueológico y cultural que necesita que los propios almerienses nos impliquemos en su conocimiento y promoción, profundizando en una marca potente. Hay paisanos que no han visitado los refugios y desconocen la historia”.

El Cable Inglés, con su paseo peatonal y mirador de la Bahía de Almería, abre nuevas posibilidades para el turismo con el Parque de las Almadrabillas y el monumento a víctimas almerienses de Mathausen, monumento esculpido escultora almeriense Mariángeles Guil, inaugurado en 1999 por el añorado Antonio Muñoz Zamora, una víctima que jamás habló mal de nadie cuando regresó a Almería para dirigir el PCE provincial. Es inminente que la nueva presidenta del Puerto, Rosario Soto, cierre los flecos para la inauguración que dejó casi cerrado Caicedo. Gema muestra ilusión por las posibilidades de ocio. Son décadas de reivindicación. El añorado José Guirao, antes de ser ministro, ya planificó establecimientos de cristal en la pasarela.

Luz natural y salud 

“La pandemia fue una oportunidad para mi profesión. Tuvimos la oportunidad de diseñar con el reto de convertir una casa en un hogar”. “Se ha demostrado que muchas viviendas no estaban preparadas para vivir confortablemente. La luz natural es uno de los factores más importantes para la vida, incluso para evitar depresiones y con la crisis energética supone ahorro notable. Somos privilegiados. La luz de Almería es la mejor para desarrollar la industria del cine y, sobre todo, la vida. Me duele que en Almería vivamos de espalda a la luz”. Huye del personalismo y el autobombo. Lo de la marca y su nombre habla a las claras de esta almeriense que huye de los estigmas de joven que sale de su localidad natal para triunfar. “Tengo un partner, compañero, en Loja, poseedores del mayor premio de diseño gráfico Laus, el más importante del diseño y la comunicación audiovisual. Les propusieron trabajar en Nueva York, y contestaron que las tecnologías permiten trabajar desde su pueblo y poder disfrutar de la sierra de Loja que tienen frente a su casa. Ese es el ejemplo que me gustaría para el talento que hay aquí contribuya a no vaciar los pueblos y el mundo rural”. 

Puntofilipino

La génesis de su creación, el estudio de diseño de interiores en Madrid, Puntofilipino, con una proyección internacional desde 2016, comenzó de alguna manera en su tierra. Consiguió que la firma francesa Hermès se fijara en la penca que diseño. Un homenaje a su abuelo, el virgitano Antonio Gutiérrez, al que le gustaban los higos chumbos.  De su mano comenzó todo. Jugaba con cartones, pencas y distintos materiales naturales que le llevaron al diseño y el interiorismo. Fue una niña atípica. Decidida. No jugaba con muñecas sino con esos materiales naturales desde el almacén familiar. Al lado de la casa de sus padres, en Balanegra, había una siderurgia y el cableado venía en unos cartones grandísimos. “Con lo que pillaba aquí y allá, me dediqué a construir una ciudad con casas, tiendas y de todo. Buscaba objetos, los montaba, usaba clavos y cogía muestras de mi padre”. “Mi padre es la honradez. Influyó verlo estrechar la mano y con la palabra se cerraba un trato en su promotora inmobiliaria. Mi madre de La Alquería (Adra) me ha enseñado a mirar, la humildad en el trato con la gente y ha inculcado el contrastar la información. Eso me ha servido para abrir la mente. Jugando al vóley pensaba en la comunicación. Empecé Derecho por mis padres. Me trasladé a Berlín, máster en Madrid que terminé en Milán. Luego me matriculé en Imagen y Sonido, lo que me llevó a descubrir el diseño gráfico y la arquitectura efímera. Y ahí ya lo tuve clarísimo”. Las grandes marcas, redes sociales, y las publicaciones especializadas lo saben y esperan sus creaciones genuinas.