Así es la nueva alcaldesa de Almería: una psicóloga para tiempos de cambio

La nueva alcaldesa de Almería tiene 46 años, es madre de dos niñas y lleva esto de la política en los genes, no en vano es hija de una histórica política del PP, María del Mar Agüero, aunque reconoce que nunca había pensado en ser la que dirigiera el destino de la ciudad. 

Esta licenciada en Psicología por la Universidad de Granada estaba inmersa en su trabajo en el sector turístico dentro del Grupo Hoteles Playa cuando en 2007 le llegó la oportunidad que todo político en ciernes necesita: cumplir el perfil para entrar en una lista electoral. Era Luis Rogelio Rodríguez-Comendador quien buscaba mujeres jóvenes para acompañarle en las elecciones municipales y fue cuando, tras hablar sobre los pros y los contras con su madre y con su amiga Rosario Soto, decidió dar un paso adelante y entrar en la lista. Rozó ser concejal de primeras, sacaron 13 y ella era la 14, pero en abril de 2008 ocuparía el hueco que dejaba en el plenario José Luis Aguilar. Se convirtió entonces en edil de Turismo y comenzaría una andadura política en la que reconoce que, a pesar del “gran esfuerzo que supone”, “no se arrepiente” y en la que aún anda.

Sabe que a pesar del paso de los años la suya ha sido “una progresión meteórica” porque del plenario pasó a la Diputación Provincial como encargada de la Cultura a nivel provincial de la mano de Gabriel Amat para regresar al Ayuntamiento cuando llegaba a la Alcaldía Ramón Fernández-Pacheco. Fue entonces cuando primero se convirtió en la mano izquierda del regidor hasta que en la última Corporación, daba un paso más en el escalafón convirtiéndose en la primer teniente de alcalde y portavoz. Era la segunda del organigrama.

A pesar de que en los últimos tiempos su papel le ha permitido “ir teniendo un conocimiento más transversal de lo que pasa en el Ayuntamiento y en la ciudad”, de pelear y negociar cada coma de los presupuestos y mociones con la oposición, de haber ejercido como la cabeza del Consistorio en esos días en los que le tocaba a Fernández-Pacheco estar en Sevilla o en Madrid, asegura Vázquez Agüero que nunca se había imaginado como alcaldesa y lo afronta con “mucha responsabilidad e ilusión”.

Sabe que a partir de ahora el principal cambio que va a dar su vida no está en que tenga que redecorar el despacho del antiguo Preventorio en el que aún no hay fotos familiares, ni en la gestión de los temas, lo difícil está en la vida personal. “El cambio van a notarlo sobre todo mis niñas. Lo primero es que se han quedado sin vacaciones pero les he prometido que llegarán. Les he explicado la importancia del puesto que voy a desempeñar, de todo lo que hay que hacer, y al final nos fundimos en un gran abrazo con el que todos nos comprometidos a afrontar lo que viene” en lo que a su trabajo se refiere asegura que toca “continuar con el compromiso que tenía con Almería”.

Se siente orgullosa de ser la primera mujer que dirija el Ayuntamiento de la capital en su historia pero tampoco quiere hacer un mundo del tema ya que “son muchas las mujeres alcaldesas y las que tienen verdaderamente todo el mérito son aquellas que abrieron el camino”. De ellas dice que tratará de copiar lo mejor para liderar el proyecto que ya hay en marcha en la ciudad.

La conexión con su antecesor, Ramón Fernández-Pacheco, dice que no la va a perder, que le informará de cómo van cerrándose aquellos proyectos que están iniciados y agradece que su primer día como alcaldesa pudiera compartir el vértigo que supone esta responsabilidad con él que enfrentaba su propio salto sin red a Sevilla. 

La nueva alcaldesa tiene claro que estos próximos meses, hasta mayo de 2023, tienen que ser “tranquilos” y para ello no ha previsto una gran revolución en la estructura municipal. A expensas de saber qué pasará con Manolo Guzmán y su acta de concejal, no tiene intención de mover a nadie de su puesto ni de cambiar las áreas más allá de disgregar parte de alguna Concejalía de la que saldrán las responsabilidades del último en incorporarse, Jesús Luque. “Todo el mundo está consolidado en sus áreas, están llevando los temas, nos veremos uno a uno cuando vuelvan de las vacaciones, calendarizaremos cada proyecto, hay que elaborar los presupuestos” y tiene claro que “lo que funciona ¿para qué se va a tocar?”. 

Con cambios o sin ellos lo que le toca a María del Mar Vázquez Agüero es desembarcar en el cargo, acostumbrarse a ser reconocida por la calle y saber que la Feria de Almería, que está a la vuelta de la esquina, será su primera gran prueba de fuego al frente de la institución.