El pueblo en plena Sierra Nevada de Almería que es capital secreta de la castaña
Este producto es uno de los grandes iconos del otoño

Ruta por el castañar.
La castaña es, sin duda, uno de los grandes iconos del otoño. Asadas, cocidas en guiso o incluso crudas, forman parte de un ritual que solo dura unas semanas entre los meses de octubre y diciembre, antes de desaparecer hasta el año siguiente. Son tradición, memoria y temporada en estado puro.
Sin embargo, si alguien piensa en Almería, probablemente no piense en castañas. Lo normal es que aparezcan imágenes de tomates, pimientos, calabacines o invernaderos infinitos. Las castañas suenan a frío, a norte, a bosques húmedos y nieblas. Pero esa asociación, en este caso, es un error.
En la Alpujarra Almeriense existe un enclave que ha convertido la castaña en seña de identidad. Situado en la falda sur de Sierra Nevada, cerca del Puerto de la Ragua, el pequeño municipio de Paterna del Río destaca no solo por su entorno natural y su iglesia del siglo XVI, sino por su cultura ligada al castañar.
Aquí se encuentra el Centro de Interpretación del Castaño y la conocida Senda del Agua, una ruta que atraviesa el impresionante Castañar de Paterna, en la que es una de las rutas de senderismo más bonitas, recomendadas y realizadas de la provincia de Almería. Es el recorrido perfecto para entender la magnitud de estos árboles centenarios y descubrir otro rostro de la provincia. El camino transcurre entre encinas, jarales, pinares, aromáticas silvestres e incluso elementos declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
La castaña tiene en Paterna del Río un peso cultural y económico excepcional: se han llegado a producir más de 200 toneladas. Tanto es así que cada año, a finales de octubre, el municipio celebra la popular Fiesta de la Castaña, con degustaciones, mercado artesanal, talleres gastronómicos y actuaciones musicales.
Almería es conocida por sus playas, su desierto y su clima privilegiado, pero también por su capacidad de sorprender. Paterna del Río demuestra que, en esta provincia, el verano es rey, pero el otoño tiene su propio trono: el de la castaña.