Hay tantas tartas de queso como personas en el mundo. Las hay frías, horneadas, con sabor a pistacho, a chocolate, con Oreo, Kinder Bueno, Nutella o frutas del bosque. En la última década, el auge del cheesecake ha sido imparable. Hay quienes se definen como auténticos buscadores de tartas de queso, foodies que recorren bares, restaurantes y cafeterías en busca de “la mejor de su vida”. Pues bien, hay una nueva parada que añadir a esa ruta: la tarta de Bogdan Ani, recién llegada a Aguadulce: 'Bog's Coffee'.

Bogdan no es nuevo en esto. Natural de Rumanía, lleva más de 20 años en España, y gran parte de ese tiempo lo ha pasado entre fogones. Trabajó en cocinas tan reconocidas como la Taberna Joseba Añorga en Almería. 

En 2019, Bogdan visitó el País Vasco y ahí fue cuando su vida cambió sin saberlo: descubrió la cocina vasca y, con ella, la famosa tarta de queso horneada al estilo donostiarra. Aquella primera cata fue un flechazo.

Lo cuenta entre risas: “Cuando la probé, supe que tenía que intentar hacerla yo. Pero mis primeras tartas eran malísimas”, bromea. Lo suyo no fue una receta improvisada, sino una misión personal. Prueba tras prueba, error tras error. Una búsqueda obsesiva hasta dar con una fórmula que no necesitara ni toppings ni decoraciones: una tarta de queso horneada, con el centro fluido, un sabor potente a queso maduro y una textura que conquista sin esfuerzo.

Sin florituras, sin trampas, solo queso añejo

Comenzó a incluir su tarta en la carta del restaurante donde trabajaba y rápidamente se convirtió en un clásico. Sus amigos empezaron a encargársela para cumpleaños, la voz se corrió, y de pronto, los pedidos llegaban solos. “Cada vez tenía más encargos”, recuerda. Y entonces llegó el salto.

En 2022, Bogdan decidió jugársela: dejó su trabajo y apostó por emprender. Soñaba con un negocio propio, pero tenía algo muy claro: la tarta de queso sería la reina del proyecto. Tres años después, ese sueño ya es real: 'Bog's Coffee', una cafetería en Aguadulce (calle Don Juan de Austria, 164), donde la gente viene, sí, a desayunar o merendar… pero sobre todo, a probar su famosa cheesecake. Abren todos los días menos los martes, de 8:30 a 13:30 y de 16:30 a 21:00. Y aunque acaba de abrir hace solo dos semanas, ya hay quienes vienen desde Almería solo para catarla.

La mayoría de los nuevos clientes no conocen su trayectoria como chef, ni su historia, ni los ensayos hasta dar con la receta perfecta. Pero todos coinciden en lo mismo: la tarta de queso está espectacular.

“No lleva nada encima. Nada de siropes, nada de fresa, nada que disfrace el sabor. Si usas buen queso, no necesitas más”, explica Bogdan. Su versión es horneada, muy fluida por dentro y con sabor a queso añejo, intensa, con carácter, y sobre todo, auténtica. El tipo de tarta que no necesita presentación en Instagram para hacerte volver por otra porción. Una tarta que habla por sí sola. Y eso, en un mundo lleno de filtros y postres recargados, es decir mucho.

Si te consideras amante del cheesecake y crees que ya lo has probado todo, guarda este nombre: Bog's Coffee. Porque su tarta no es solo una receta: es el resultado de una historia real, un viaje de sabores y una apuesta valiente. Una cucharada y entenderás por qué hay quienes ya la colocan entre las mejores de la provincia.