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Una cafetería de película en Roquetas de Mar donde las tartas saben a hogar y el café huele a campo

Juanma es el gerente de Amelie Café un rincón único que se ha ganado el cariño de oriundos y extranjeros

Juanma Herrera tras la barra de Amelié Café.

Juanma Herrera tras la barra de Amelié Café.La Voz

Marina Ginés
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En el corazón de Roquetas de Mar hay una cafetería que no se parece a ninguna otra. Entrar en Amelie Cafetería es como cruzar la pantalla de cine y aterrizar en un universo paralelo: carteles franceses, colores vivos, rincones con encanto... y el alma cálida de Juan Manuel Herrera, o simplemente Juanma, que es como todos lo conocen. “Soy muy campechano”, dice sonriendo, y basta pasar unos minutos con él para comprobarlo. Lo suyo no es solo café y tartas. Lo suyo es cercanía, pasión, memoria y un pellizco de magia.

Todo comenzó, como en muchas buenas películas, con un detalle pequeño que lo cambió todo. “Tenía una camiseta de Amélie que me gustaba tanto que nunca me la ponía para no estropearla”, recuerda entre risas. Fue entonces cuando su pareja le dio el empujón definitivo: “-Pues ya está, ese tiene que ser el nombre de la cafetería”. Y así, con una camiseta y mucho amor por el cine, nació este templo a los buenos desayunos.

Juanma es natural de Las Norias de Daza. “Soy más de campo que las amapolas”, afirma con ese acento que huele a tierra mojada y a Poniente Almeriense. No empezó en la hostelería, sino en la agricultura. “Pero la vida te va llevando. Había trabajado en bares de joven, y cuando no me fue bien en el campo, pensé en el plan B. Lo más fácil, me dije.” Y lo dice sin ironía, aunque cueste creerlo cuando se descubre su rutina: abre la cafetería cada día a las cinco y media de la mañana y, salvo los lunes a jueves que cierra a las dos, el resto de la semana permanece abierto hasta las ocho de la tarde. Sin días libres. Sin vacaciones. Con una sonrisa.

Unos comensales muy especiales en Amelie Café.

Unos comensales muy especiales en Amelie Café.La Voz

El secreto de su éxito no está oculto tras fórmulas misteriosas, sino a plena vista: trabajo, esfuerzo y mucha ilusión. Y, por supuesto, su compañera inseparable: la Thermomix. “La gran estrella de la cafetería”, bromea. “Mi expareja hacía unas tartas increíbles con ella. Un día le pedí una para el negocio y me dijo: -toma, aquí la tienes. Y me la puso en las manos.” Desde entonces, no hay dulce que se le resista. “Siempre digo: si Juanma ha aprendido a hacer tartas, cualquiera puede”.

Su trayectoria no ha sido fácil. Antes de Amelie, abrió una cafetería en La Mojonera. “Nos iba muy bien, teníamos clientela fija. Pero un día, sin más, me echaron. Como en la película de George Clooney, ‘Up in the Air’.” Recuerda ese momento con una mezcla de tristeza y esperanza: “Les dije a mis trabajadores: ya llegará algo mejor”. Y llegó.

En el número 4 de la calle Las Marinas de Roquetas encontró su segunda oportunidad. “No parecía el mejor sitio al principio”, admite. Pero su carisma, sus tartas y el boca a boca hicieron el resto. Hoy, Amelie Cafetería es uno de los locales más queridos del municipio.

Su tarta más especial, la tarta de fresas (sin) nata.

Su tarta más especial, la tarta de fresas (sin) nata.La Voz

Las redes sociales también han sido una aliada inesperada. “Llega gente de Asturias o de Madrid y me dicen que me han visto por Instagram o Facebook”, cuenta sorprendido. Juanma no solo sube fotos de sus dulces más clásicos —como la tarta de tres chocolates o la de zanahoria—, sino también de sus creaciones más personales: su famosa tarta de fresas con nata (sin nata, sí), la tarta de queso o las aplaudidísimas 'galletas del Juarma', una mezcla de avena, chocolate y un toque de sal que despierta aplausos en cada bocado.

Su pasión y su entrega acaban de ser reconocidas: Amelie Cafetería ha quedado en tercera posición en la primera Ruta del Desayuno de Roquetas de Mar, una iniciativa municipal que ha puesto en valor los desayunos más originales del municipio. Juanma participó con su creación más auténtica: la tostada de ajoblanco y jamón, bautizada como La Rustika. “No hay trampa ni cartón. Lo casero siempre funciona. Mis tartas no son perfectas, no son de fábrica. No llevan colorantes ni conservantes. Son sencillas, como yo”.

Galletas 'El Juarma'.

Galletas 'El Juarma'.La Voz

Y es que Juanma no olvida sus raíces. “Nací en un cortijo en Las Norias de Daza. Soy una persona sencilla, de campo. Eso es lo que quiero transmitir. Y creo que lo consigo”, dice con los ojos brillantes.

Amelie Cafetería es mucho más que un sitio para desayunar. Es un punto de encuentro donde caben todos: la señora mayor, el adolescente con su mascota, el Guardia Civil más madrugador, el obrero, la ama de casa. “Eso es lo que más me gusta. Que aquí entra todo tipo de gente, y todos se sienten bienvenidos”, dice orgulloso Juanma.

Y quizá por eso, cuando uno cruza esa puerta rodeada de carteles de cine francés y aroma a bizcocho recién hecho, no entra a una cafetería. Entra a casa.

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