La Voz de Almeria

La Foodineta

Dónde desayunar en Almería: el placer de las pequeñas cosas en una tostada

En la carretera de La Cañada

La Vasca y La Muley del Mevak Café.

La Vasca y La Muley del Mevak Café.Víctor Navarro

Víctor Navarro
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Mevak es una palabra serbia difícil de traducir con precisión, pero fácil de sentir: significa “el arte de apreciar las pequeñas cosas de la vida”. No es solo un término bonito, es una forma de estar en el mundo. Una filosofía que invita a bajar el ritmo, abrir bien los ojos y el alma, y encontrar belleza en lo cotidiano: una conversación sin prisas, el aroma del pan tostado, el sol filtrándose entre las persianas.

Vivir con espíritu Mevak es detenerse en lo sencillo. Es recordar que el presente también es un lugar, y que lo pequeño, a menudo, es lo más grande. Y esa filosofía se puede leer en las paredes de la cafetería Mevak Café del barrio de La Cañada. La definición de este estilo de vida, que preside el muro central de este establecimiento, invita al comensal a detenerse, respirar, y dejarse cuidar por las cosas simples: el pan bien tostado, el aceite que brilla como oro líquido, las charlas de barrio y el café que humea lento.

Situada en el número 130 de la Carretera Níjar - La Cañada, esta cafetería ha traído a este rincón de Almería una bocanada de aire fresco, sin olvidar del todo sus raíces. Al cruzar la puerta, uno puede sentir el aire de una tetería de Granada o en una esquina cool de Lisboa. Su decoración ecléctica entre lo moderno y lo heredado, como si el pasado y el presente estuvieran en conversaciones.

Las arcadas nazaríes, repletas de lacería y atauriques que recuerdan a la mismísima Alhambra, sobreviven como un poema visual a la Tetería Muley, que antaño ocupó el local. Las mesas de azulejos verdes, de ese gusto tan granadino, siguen contando historias entre sorbos de té y narguiles Pero ahora conviven con las refrescantes paredes verde menta, los tonos blancos que inundan la sala y las frases escritas en las paredes, que hacen que cualquier cliente que se sienta dentro se espere un pedazo de tarta de pistacho, un gofre casero y un batido casero para merendar.

Su carta

Si lo que buscas es empezar el día con energía, Cafetería Mevak te invita a disfrutar de su propuesta de desayunos, donde la calidad se mezcla con la creatividad y, sobre todo, con una gran dosis de sabor. En su carta, hay un sinfín de opciones para los más golosos o los que prefieren algo más refrescante, como el Frappe Choco Blanco o el Té Mevak, un té helado de frutos rojos con un toque de vodka que hace temblar las convenciones de lo que debería ser una merienda.

Dupla de lujo: La Vasca y La Muley.

Dupla de lujo: La Vasca y La Muley.Víctor Navarro

Pero en cuanto a tostadas, Mevak no se anda con medias tintas. El equipo de La Foodineta llegó con hambre y, como era de esperar, no dejamos títere con cabeza. Empezamos con La Vasca, una tostada que se presentó con su generoso pan de semillas de cereales, fresco y crujiente, acompañada de tomate, atún, pimientos asados y anchoas. A un precio de 2.80 euros, esta tostada se presenta con la firmeza y presencia de una trainera de remeros bilbaínos surcando la costa. No exagero cuando digo que su grosor es impresionante.

Luego, nos decantamos por La Muley, un nombre que homenajea al anterior local, que rebosaba de ahumados por los cuatro costados. Al igual que su compañera, llegó sobre una base de pan de semillas de cereales, pero esta vez con queso fresco, aguacate y una base de tomate que le dio ese sabor inconfundible. Por 3.80 euros, nos dejó una sensación de satisfacción que no podía faltar.

No todo fue salado, claro. En el terreno dulce, nos rendimos ante un crepe de chocolate (4 euros), que, servido al momento, era la perfecta mezcla de suavidad y sabor. Un pequeño capricho que cerró nuestra visita de manera ideal.

Para beber, nada mejor que un zumo de naranja natural (2.50 euros) que aportó frescura a la experiencia, y un chocolate caliente (2.00 euros), espeso y reconfortante, que acompañó la conversación en su justo punto de dulzura.

Y si buscas algo más contundente, Mevak también tiene opciones para esos desayunos que te llenan de verdad. El Mollete Manzano, una base de mantequilla que aguanta con estilo la combinación de Sajonia, queso gouda fundido, huevos revueltos y bacon.

Es el tipo de tostada que te acompaña toda la mañana, dejándote una sensación de satisfacción absoluta. Por otro lado, el Mollete Mili no se queda atrás. También con su base de salsa de yogur, esta vez acompañada de jamón York, queso fundido, huevo a la plancha y bacon crujiente. 

Y si buscas algo fuera de lo común, con un toque oriental, La Turca es una de esas tostadas que no deja indiferente: con su base de salsa de yogur, carne de pollo kebab.

Mevak no se olvida de los más golosos. Su carta se completa con una variedad de opciones irresistibles: tartas caseras, crepes y gofres preparados al momento, y lo mejor de todo… una infinidad de toppings para que puedas personalizar tu dulce a tu gusto.

Además, si visitas el local en estas fechas, no puedes perderte los roscos caseros de Semana Santa, una tradición que se cuida con mimo y que aporta ese toque especial que solo los sabores de siempre pueden ofrecer.

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