Todo el sabor de La Isleta: la mejor jibia en salsa de Almería renace en un nuevo espacio
Un proyecto con un enfoque moderno y sin renunciar al sabor de siempre

Arroz con pulpo para dos personas de Marea Restaurante.
A veces vale la pena arrancar La Foodineta y conducir más allá de las fronteras de la ciudad de Almería y adentrarse en los magníficos sabores que se albergan en la provincia. Ya sea costa o montaña, pueblo o ciudad, las tierras almerienses ofrecen una amplia paleta de sabores. Para quienes disfrutan del buen comer, un viaje de 40 minutos en coche está más que justificado si el destino es un lugar tan especial como este.
Para muchos, La Isleta del Moro ( Níjar) es la viva imagen del Paraíso en la Tierra. Su belleza paisajística, la tranquilidad de los meses que van del final del otoño a la primavera y su rica oferta gastronómica hacen de este rincón una apuesta segura para una escapada de fin de semana.
Con negocios hosteleros que se han ganado un sitio en el imaginario popular de vecinos y comensales foráneos, porque ¿quién no ha oído hablar de La Ola, La Isoletta o el Hostal? Algunos locales, con su producto y su esencia casi convertidos en marca registrada, se han ganado un lugar en las conversaciones de los gourmets de bar de toda la vida. ¿Te suenan ‘los viejos’ de La Isleta? ¿Has oído hablar de la jibia en salsa?
Sí, nos referimos al Club de la 3ª Edad, más conocido como Los Vergeles. Este bar-restaurante, con su espíritu familiar, se convierte en un torbellino de esfuerzo y dedicación, especialmente los fines de semana, para que todo salga perfecto y con el mejor sabor.
El sabor que arrastra la Marea
De las cocinas de Los Vergeles, entre el bullicio de los fines de semana y el aroma de la jibia en salsa, ha salido un nombre que resuena más allá de las puertas del restaurante. Un hija de esta casa, criada entre guisos y tradición, que ha llevado su pasión y maestría de la cocina tradicional de La Isleta, al siglo XXI.
En su DNI, Ignacia Vergel Ortiz; pero para sus seres queridos y los clientes de siempre, simplemente ‘Ina’. Puro corazón en la cocina y carácter determinado para llevar el timón de los negocios. Se crio en las cocinas de ‘los viejos’ hasta llegar a ser la cabeza visible del bar.
Con esa base, hace algunos meses se lanzó a una aventura nueva fuera de La Isleta, pero llevando en su maleta la esencia y el recetario de su hogar. Un proyecto con un enfoque moderno y sin renunciar al sabor de siempre. Y no te preocupes, porque te queda lejos de La Isleta, está más cerca de lo que crees.
En la carretera principal de El Pozo de los Frailes, justo antes de llegar a San José, Ina decidió dar vida a su nueva casa gastronómica. Allí donde antes estuvo el Bar León, la nijareña tomó las riendas del local y, casi de la noche a la mañana, lo transformó en un restaurante moderno con salón y terraza.
Colores celestes y blancos, puro Mediterráneo, y ese ambiente ‘chill’ que tanto atrae a los madrileños en busca del encanto de estas tierras. Lo bautizó 'Marea', y como tal, Ina y su equipo te arrastran con su oleada de sabores de siempre, a precios de siempre, en desayunos, comidas y cenas.
Mesa para dos...
Para abrir boca, la jibia en salsa, un plato que no podía faltar, y como era de esperar, el sabor era el mismo que el de La Isleta del Moro. Untuosa y sabrosa, la jibia se acompañaba de patatas fritas naturales que absorbían perfectamente la salsa.
Con buen tino y amabilidad, el camarero sugirió pedir media ración en lugar de una, ante el aluvión de manjares que se avecinaban. Mientras llegaba la jibia, una cesta de pan acompañada de un aperitivo , todo regado con un excelente vino blanco, preparaba el terreno para lo que vendría después.
El arroz con pulpo llegó a la mesa como una verdadera joya gastronómica, con generosas porciones de pulpo perfectamente cocido. El caldo, de un profundo tono rojizo, estaba cargado de sabor y envolvía cada grano de arroz. A esta base se le sumaban gambones , mejillones suculentos y de calamar, creando una combinación exquisita que convertía el plato en una auténtica celebración del mar.
La exigencia de Ina en su comida se refleja en cada detalle que cuida meticulosamente. Al terminar el plato principal, la propietaria sale a saludar a sus clientes, tomándose su tiempo para atenderlos y escuchar sus valoraciones. Siempre con una sonrisa amable, recoge impresiones. Su relación va mucho más allá de lo laboral; es un trato cercano, familiar, como el que ella misma ha vivido siempre.
En un tono distendido, llamó a una de sus cocineras para decidir qué postre íbamos a tomar. La elección no fue fácil, pero al final nos la elección se decantó por una tarta de chocolate casera, que fue el broche de oro de este festín.
En la ruta de La Foodineta, comimos dos, pero créanme cuando digo que habría habido comida de sobra para dos más. A tal punto que tuvimos que pedir el tupper para llevar.
Precios
El ticket habla por sí solo: 2 cafés, 4 copas de vino, un arroz para dos, tarta de chocolate casera, pan y media ración de jibia en salsa. Todo por 72,10 euros. Y, por si fuera poco, aún sobró para llevar.
Todo esto, bajo la mirada y la dedicación de Ina, que con su pasión por la cocina y su calidez, te arrastra a un viaje de sabores auténticos, originales y de siempre. Déjate arrastrar por la Marea.