Acompáñame a dar una vuelta al mundo sin salir de Roquetas, viajemos a través de los sabores que llegan desde Asia, América, África y Europa. ¿Qué factores de la vida se habrán alineado para que en un pueblo de algo más de 100.000 habitantes haya restaurantes de tierras tan diversas?

En Almería el 22% de la población son extranjeros, según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística. Pero ¿Cuál es la huella que esas más de 700.000 personas dejan de su cultura?, ¿Sabías que se puede hacer un tour gastronómico por los cinco continentes sin salir de Roquetas?

Empezaremos esta deriva gastronómica en la Urbanización, en el restaurante Cantón fundado a finales de los ochenta. Los dueños del aclamado asiático, que tiene una de las mejores puntuaciones en la web TripAdvisor, provenían de Vietnam, eran refugiados políticos del conflicto que los enfrentó a los americanos y son testimonio vivo de aquella guerra. Se asentaron en la urba cuando los alemanes, belgas y holandeses llenaban los hoteles, pero poco a poco la clientela local se hizo habitual en el restaurante. Hoy en día no eres roquetero si no has comido los nem de este lugar. Su cocina es una fusión asiático-mediterránea con productos de la zona.

A menos de un kilómetro de distancia está la cocina india de Spice Hut. Su propietario tenía la estrategia de marketing clara si un nombre parecido había funcionado para vender pizzas a él le funcionaría para vender pollo tika masala, pan de coco y las delicias de su cocina tradicional hechas en un horno tandoori. Sobre sus paredes post-it con las reservas de los últimos años, una muestra de confianza y buena atención.

Quienes también han puesto su bandera y muy cercanos a los últimos restaurantes que hemos nombrado son los búlgaros. La taberna Milena prepara ensalada con queso típico de su país, embutidos, bebidas y salsas. Su lema es beber y comer hasta salir rodando, el matrimonio abrió sus puertas hace casi veinte años y desde entonces él se pasa saca los platos y observa la cara de satisfacción de sus clientes.

Pero Roquetas de Mar no sería lo que es sin su paseo marítimo con vistas privilegiadas de la bahía de Almería y Cabo de Gata. Este lugar es perfecto para tomar una paella, tapas, pizza y una auténtica caipirinha en el restaurante brasileño Samba Beach, que abrió sus puertas el pasado verano y ha tenido una muy buena acogida por sus asados, platos tradicionales y bebidas.

Siguiendo nuestra particular ruta de la seda, husmeando en las cocinas y sabores de los vecinos que pueblan Roquetas, llegamos al restaurante colombiano Se le tiene. Aquí cocinan platos tradicionales como la bandeja paisa, la salchipapa o el sancocho, este último un plato especial solo de los domingos. También tienen bebidas típicas para quien se sienta nostálgico y están abiertos desde desayunos a cenas.

Tabernas y lugares que invitan a sentarse a la mesa con una cuchara grande y un plato hondo donde se disfruta, se come y se bebe con gusto y sin remilgos. La comida peruana se ha hecho un nombre entre las mejores cocinas del mundo por su fusión entre Asia y América Latina, la cocina Nikkei. Uno de sus platos estrella es el ceviche, un marinado de pescado crudo picante que puedes degusta en el restaurante Machu Picchu en Aguadulce.

Por aquella zona se encuentra Las Patronas, la representación de la comida texmex, una fusión de cocina tradicional mexicana y americana, también tienen sede en Almería. En este lugar su decoración y ambiente cálido así como colorido te transportarán rápidamente a su cultura, envuelta de picante y sabores potentes.

Para los más aventureros en la barriada de las 200 viviendas de Roquetas hay un restaurante de cocina senegalesa, Sow, su cocina está abierta todo el día y compite con los puestos de comida callejera que se apuestan cada tarde en las esquinas del barrio. Las cocineras ofrecen empanadas tradicionales rellenas de ternera, bebidas preparadas a base de la flor de Jamaica, etc, algo rápido y sabroso que llevarse a la boca.

La riqueza gastronómica de Roquetas de Mar es el reflejo de su diversidad cultural, una mezcla de historias, sabores y tradiciones que han encontrado un hogar en esta localidad almeriense. Más allá de los platos y las recetas, cada restaurante es un testimonio de migraciones, sueños y encuentros entre culturas. Desde los nem vietnamitas hasta la bandeja paisa colombiana, pasando por el tandoori indio o la caipirinha brasileña, recorrer la gastronomía de Roquetas es viajar sin moverse, es descubrir el mundo a través del paladar. Este viaje culinario nos recuerda que la comida es mucho más que sustento: es identidad, es memoria y es un puente entre comunidades. En cada bocado hay una historia por contar, una oportunidad para celebrar la riqueza de la diversidad.