Mi despedida a Diego Muñoz Sánchez

Maestro y teniente de alcalde del Ayuntamiento de Berja

DIEGO MUÑOZ SÁNCHEZ

  • José Ruiz Fernández

Se nos ha ido con noventa años. Fue el pasado 6 de octubre, vísperas de la festividad de la Virgen del Rosario, en Almería, lugar de residencia en los últimos años de su vida. Pero nunca olvidó a su patria chica, Berja, donde ejerció la docencia como Maestro y como político durante la Transición. Tampoco olvidó a su Virgen de Gádor, patrona de Berja, donde acudía año tras año para asistir a la procesión junto a su esposa, Gádor Martín. Y un día, tras su fallecimiento, decidió quedarse para siempre en Berja, con sus amigos y paisanos adoptivos que tan bien le habían acogido durante sus veinte años de magisterio en Berja.


Diego Muñoz Sánchez había nacido en Almería en plena II República, el día 6 de octubre de 1933. Cursó los estudios primarios y posteriormente, el Bachillerato en  el Instituto “Celia Viñas” de Almería y decidió cursar la carrera de Magisterio en la Escuela Normal de Maestros de la capital almerienses.


Una vez aprobadas las oposiciones a Maestro Nacional a finales de los años cincuenta, tuvo varios destinos, en Berja, Lucainena de Darrícal y Berja donde conoció a su esposa, Gádor Martín, con la que contrajo matrimonio el día 22 de octubre de 1962, y al que después sería su gran amigo y alcalde de Berja, el médico Antonio Sánchez Martín, que fue el que le introdujo en el campo de la política municipal en los años setenta.


Pero antes se había ganado el respeto en Berja, al ejercer como Maestro en el Grupo Escolar “Andrés Manjón” de Berja casi veinte años de su vida, desde que llegó un lejano mes de septiembre de 1958 con destino provisional, hasta el curso 1982-1983, fecha en la que solicitó trasalado al Colegio “Calvo Sotelo” de Almería, tras haber ejercido como director del centro escolar virgitano a mediados de los años setenta. Posteriormente, estuvo destinado en el AMPE de Almería durante cinco años hasta su jubilación en el año 2003.


Política municipal Y vamos con su faceta como político de la Transición, etapa donde tuve la oportunidad de entablar una relación más estrecha con él. El día 17 de noviembre de 1970 se celebraron Elecciones municipales y Diego Muñoz Sánchez fue elegido concejal del Ayuntamiento de Berja por el Tercio de Entidades Económicas, Culturales y Profesionales, siendo nombrado 1º Teniente de alcalde, por el alcalde Antonio Sánchez Martín. Durante su mandato, la Corporación Municipal a la que pertenecía tuvo que enfrentarse con dos amargos dilemas: la disolución de la Banda de Música Municipal y el cierre de la Escuela de Formación Profesional. Sin embargo, como contrapartida, se puso en funcionamiento el nuevo colegio de EGB “San Tesifón” y se amplió el Instituto de Bachillerato de Berja. Asimismo, en el año 1971 fue nombrado Presidente de la Comisión de Festejos del Ayuntamiento, organizando la Feria de Berja de ese año. También desempeñó accidentalmente el cargo de Alcalde de Berja, tras la renuncia de Antonio Sánchez Martín, presidiendo la toma de posesión del nuevo alcalde, José Alcoba Enríquez, el día 26 de marzo de 1973.


Licenciado en Geografía e Historia Pero hay otra faceta más de Diego Muñoz Sánchez: su amor por la Historia y la Cultura en general: En el año 1993 se matriculó en el curso de adaptación de la Facultad de Humanidades de la Universidad de Almería, licenciándose y especializándose en Geografía e Historia en la Universidad de Granada.


Además, el día 10 de junio de 2003 dictó una conferencia con motivo de la celebración de la I Semana Cultural del colegio “Andrés Manjón”, titulada “Breve evocación histórico-anecdótica del C.P. `Andrés Manjón´” y en el año 2004 publicó en la revista Farua un delicioso artículo con  el título “Breve evocación histórica del C.P. `Andrés Manjón´ de Berja (1939-2003)”, en el que narra con un lenguaje muy ameno algunos hitos de la historia de este centro docente, con abundantes fotografías de época del centro y de su profesorado, teniendo un especial recuerdo para Dª Candelaria López Hidalgo, “maestra de mi mujer y de mis hijas, buena vecina y buena compañera durante varios años”.


Desde estas líneas les envío mi más sentido pésame a su viuda, Gádor Martín, y a sus dos hijas, Mari Carmen y Gádor, con la seguridad de que a lo largo de su vida han disfrutado de un buen esposo y de un buen padre, porque Diego Muñoz Sánchez fue, por encima de todo, eso: un hombre bueno. Descanse en paz.