Los regantes de Pulpí entre la sequía y la esperanza en el agua desalada
El campo de Pulpí resiste tras un 2024 muy seco y el optimismo a un 2025 que ha comenzado húmedo

El campo de Pulpí resiste tras un 2024 muy seco y el optimismo a un 2025 que ha comenzado húmedo.
La Comunidad de Regantes de Pulpí atraviesa una situación crítica debido a la falta de lluvia y las altas temperaturas registradas en los últimos años. El campo está cada vez más sediento y los recursos hídricos disponibles son insuficientes.
El trasvase Negratín-Almanzora, que representaba la mitad del agua necesaria para la agricultura local, sigue suspendido desde hace casi cuatro años. Su cierre ha obligado a los regantes a depender de fuentes alternativas, principalmente agua desalada y acuíferos subterráneos. Sin embargo, estas soluciones no han sido suficientes para cubrir la demanda.
Nuevas concesiones
Ante este escenario, la Comunidad de Regantes ha solicitado nuevas concesiones de aguas desaladas al Organismo de Cuenca. Si la autorización llega, permitirá afrontar con mayor seguridad los próximos años y minimizar el impacto de episodios de sequía como el actual.
Aunque estos días miran al cielo contentos por la mayor estabilidad hídrica, saben que los regantes y los organismos públicos deben de ir de la mano para estar preparados ante los retos del futuro.