Para los propietarios afectados - más de 200- ha sido peor el remedio que la enfermedad: la nueva zona de reserva para la tortuga mora en el Levante almeriense ha despertado la perplejidad de los agricultores y regantes de la comarca sobre los que pende de nuevo la espada de Damocles de la expropiación forzosa.
Si antes eran 130 propietarios, ahora son casi el doble, con tierras de labor, regadíos y nueve viviendas también con la amenaza del derribo cerca de la barriada cuévano de Los Lobos y en El Tomillar. Algo incomprensible para los agricultores de esta emprendedora zona de regadío como Matías  Gómez Cervellera, presidente de la SAT Los Guiraos, “la de la zona de reserva empeora aún más la situación de expropiaciones anterior, son 40.000 árboles, 30.000 metros de invernadero y nueve viviendas de extranjeros y nativos que podrían ser destruidas”. La historia de este proyecto, denominado de Medidas Compensatorias del Corredor de Alta Velocidad Murcia-Almería, arranca el 4 de mayo de 2010 cuando la Dirección General de Infraestructuras Ferroviarias publicó en el BOE el expediente de expropiación de medio millón de metros en el término municipal de Cuevas, en la zona próxima a Los Lobos, Los Guiraos y Guazamara.
Con esta acción, el Gobierno pretendía compensar la pérdida de hábitat de este reptil en peligro de extinción por las obras del  trazado del ferrocarril.

20 millones
Tras la publicación en el BOE, el Ministerio recibió centenares de alegaciones para la derogación de este anuncio de expropiación forzosa, que según los cálculos realizados, según justiprecio en esas fechas, costaría al Gobierno algo más de 20 millones de euros.
El Gobierno retiró el proyecto a principios de año y lo ha modificado unas hectáreas más hacia el mar, pero, según los agricultores, en terrenos aún más problemáticos que los anteriores y con más  propietarios afectados.