Las grandes empresas eléctricas (Endesa, Iberdrola, Naturgy y EDP), que conforman la patronal Aetec, han revelado que hay un colapso histórico en las redes y que Almería es una de las provincias que se lleva la peor parte con un gran riesgo de colapso energético y sin capacidad para asumir nuevos proyectos industriales.

Las peticiones para nuevos consumos sobrepasan los nulos puntos de conexión que quedan libres en la provincia. Un nudo es una ubicación donde se conectan de forma directa los consumidores. Almería cuenta con 67 nudos que están completamente saturados y los 1.001 megavatios de demanda tienen ya todos un destino asignado.

Las posibilidades de acceso a la red de nueva demanda es cero. Si una industria con alto consumo eléctrico quisiera instalarse en alguna zona de la provincia, tendría que aguardar a nuevas inversiones en nodos o que se libere demanda asignada que no haya sido utilizada. El tren de alta velocidad del Corredor Murcia-Almería tiene garantizado el flujo a través de la nueva subestación ubicada en Antas.

Este overbooking eléctrico puede empañar la aspiración de crecimiento industrial de la provincia anhelada por patronal y sindicatos. España ha vivido un verdadero tsunami de solicitudes de acceso en los últimos años.

El reclamo renovable del Gobierno ha incrementado las peticiones de demanda para conectarse a la red, que también se han visto impulsadas por el empeño europeo en cambiar el gas y el petróleo por la electricidad en industrias, transporte y hogares. Pero la infraestructura no se ha desarrollado con la misma rapidez. Aelec advirtió hace meses de que las distribuidoras tuvieron que rechazar la mitad de las peticiones de nuevos consumos que recibieron en 2024 por falta de capacidad en las redes. El porcentaje de solicitudes denegadas se disparó al 49% del total el año pasado, frente al 27% que representaban en 2020. La mayoría de las solicitudes recibidas procedieron de centros de datos y de proyectos industriales.

Desde el Ministerio de Transición Ecológica han recordado que desde el año de la pandemia también se ha dado paso a 43.000 megavatios (MW) de nueva demanda, el equivalente a otra España entera.