No es la primera vez que lo escribo y como Soriano siga así no va a ser la última. Lo de Pozo en este Almería es para enmarcar. Es un jugador que cuando entra en el equipo hace mejores a todos los que lo rodean y se ha quitado de golpe esa timidez de futbolista joven.

Cuando entra en el campo la pelota deja de correr y se mueve a su criterio. Todos se ponen atentos a sus pases y Fidel llega a los balones y Quique los remata. Pozo es único en este Almería.

Dice Soriano que tiene a 11 mejores que Pozo y por eso juegan. Vale, pero que vea el vídeo del Almería-Levante por no ir más lejos y compruebe como encendía el malagueño todas las bombillas del Mediterráneo.

Entró y los aficionados le recibieron con una cerrada ovación. Tocó el primer balón y generó una ocasión de gol. Se puso al Almería de sombrero y abrió pasillos por donde antes no había manera de entrar. Los seguidores creen en Pozo.

No hay muchos jugadores de sus características en Segunda División. No es fácil entrar en un partido y encenderlo a la primera y Pozo no es la primera vez que lo hace.

Yo trato de entender cada día más a los entrenadores pero es que lo de Pozo ni es técnica ni es táctica: es puro talento.

Ya le dio mucho a Soriano en los cuatro partidos salvadores de la pasada temporada. Igual que no mueve a los cuatro de atrás que ponga siempre a Pozo en el once.

Dicen que los aragoneses son gigantes y cabezudos y me da la sensación que lo de Soriano con Pozo es cabezonería pura y dura. Le pasa igual con la defensa.

La gente quiere a Pozo.

Yo también.