Alfonso García hizo un esfuerzo, en otro día complicadísimo para el Almería y su afición, para atender al Carrusel Deportivo y hablar directamente con las miles de personas que llevan más de tres meses sin ver ganar a su equipo. Silbidos, pañuelos y miradas al palco tras caer con el Huesca. La grada dictó sentencia y el presidente tampoco esconde su enésimo enfado mayúsculo: “Cuando pite el árbitro, cada uno que exprese su indignación. Yo también silbaría, pero durante el partido no, porque son personas y si pitas toman decisiones erróneas. Al final, que cada uno exprese su malestar”.
El futuro del fútbol en Almería depende de la permanencia en Segunda División. Alfonso quiere que los futbolistas sean consciente de lo que supone perder la Liga de Fútbol Profesional. Y actualmente son en farolillo rojo y pasarán las Navidades en descenso: “No podemos venirnos abajo. El objetivo ya es mantener la categoría y nos jugamos mucho, pero no yo, ¡todos!. Aunque vayas 0-3, hay que estar ahí hasta el 94”.

Un pozo
No será fácil salir del descenso, ya que la salvación sigue a cuatro puntos, y el presidente manifiesta su preocupación con la plantilla, que lleva tres entrenadores y no consigue remontar el vuelo. La palabra descenso es la más temida en Almería: “Es muy fácil descender a Segunda B, solo hay que ver qué clubes están en esta categoría. En la dinámica que llevamos nos encontramos en peligro, no puedo decir otra cosa”.

Sonido SER: Alfonso García, presidente del Almería.