Semana tensa previa a la gran final del domingo contra el Eibar
Se disputa una batalla decisiva

Sergi Barjuan afronta el segundo partido en casa.
Un rayo dañó seriamente varios puntos vitales del acorazado almeriense, pero no consiguió hundirlo. El buque rojiblanco se ha refugiado en su base natural de estacionamiento para reparar los daños y estar en condiciones de hacerse nuevamente a la mar el próximo domingo. Pero en esta oportunidad lo hará en propio terreno, en el Mediterráneo, en el océano de hierba del que conoce hasta sus más mínimos detalles y adonde tendrán que desplazarse los armeros para dilucidar una cruenta y decisiva batalla, en la que para los locales solo hay dos alternativas: Ganar o morir.
Semana tensa en el seno de la familia rojiblanca, consciente de que está ante uno de esos compromisos en los que se suele comentar con razón que vale seis puntos, al tratarse de un partido entre dos rivales directos, y en el que además de tener la posibilidad de sumar tres puntos, en caso de conseguirlo, tu rival, el Eibar, dejaría de hacerlo.