La historia de Pito es la de un goleador que tuvo que hacer las maletas. A sus 24 años se ha convertido en la estrella del Ávila, equipo de Tercera División que pelea un lugar en la categoría de bronce. Se llama Antonio Jesús Camacho Diaz y nació en el Villa de Gádor. En su cantera tuvo a Gaby como entrenador y dio el salto al Almería con el que llegó a tocar la Tercera División antes de marchar al Campohermoso. Tuvo momentos brillantes y otros que le hicieron reflexionar sobre un cambio de aires que al final se produciría.

Tira la tierra Con la camiseta naranja jugó lloviendo, en día de fuerte viento y frío, pero nada que ver con un césped helado y un temporal de nieve. Ha cambiado de aires en todos los sentidos ya que pasa mucho frío en los entrenamientos y en algunos partidos donde antes de jugar hay que habilitar el rectángulo de juego por la nieve. Pito es un tipo valiente. Un hombre de esos que se parten la cara en el área. Un nueve a la antigua usanza y sabe pelear su lugar. Ha conseguido 20 goles a falta de 5 jornadas para que acabe la Liga regular y luego vendrá la promoción de ascenso.
Ahora nada como ascender ocupa su cabeza pero al recibir la llamada de LA VOZ se activan los sentimiento de una tierra lejana que le vio crecer y de una familia que le dio el nombre futbolístico. Porque ni es Camacho ni es Diaz: Pito por su padre y el apodo de la familia.
Sus amigos de Gádor y antiguos compañeros de equipo le llaman y le mandan mensajes de ánimo pero deseando que se acerque más a la Villa, que fiche por un Segunda B más cercano para verle por las calle de Gádor y compartir aquellos momentos del ayer junto a su mister Gaby.

Queda libre  Cuando llegue el 30 de junio este goleador podrá ser adquirido sin tener que pagar un solo euro. Dice que queda libre y la tierra tira mucho pero “iré donde el fútbol me lleve”. Cuando salió de Gádor fue para triunfar y no regresará hasta completar con éxito su hoja de servicios.
Ha pasado la Semana Santa con su familia y les ha contado cada uno de sus goles. Tiene muchas ganas de triunfar y en Ávila están felices con su aportación al equipo pero, manda el fútbol, y el ascenso de categoría dirá si firma con el equipo rojo o se busca un club más cercano: pero de superior categoría.