El Almería vino de Vallecas sin puntos y con su imagen muy deteriorada tras lo que pasó frente al Rayo Vallecano. Aunque el calendario diga que las opciones de permanencia siguen ahí, la derrota de ayer supone un golpe moral muy serio para jugadores, entrenador, directiva, afición. El que ama al Almería buscaba a ese equipo que enamoraba a principio de año, y que ganaba al Atlético en una lección de intensidad, garra y efectividad.

Imagen El Rayo, que venía en racha, siempre creyó en la victoria. Al Almería le costó más, sobre todo después del gol de Alberto Bueno. La pizarra de Paco Jémez asestaba el primer golpe a los almerienses justo antes del descanso. La película se repetía, como en lo que va de 2014 a domicilio: con poco, el rival hace gol.
El sistema defensivo sufrió un ‘cortocircuito’. El Rayo iba rompiendo las ilusiones rojiblancas. El descanso ofrecía la oportunidad de revertir una situación que complicaba. Y no fue así.

Golpe final El Rayo veía la luz por la banda izquierda. El exrojiblanco Iago Falqué encontró en Larrivey su mejor socio. Le sirvió el 2-0 y casi la sentencia al conjunto de Francisco. Vallecas se divertía y el Almería se desmoronaba. Suso, Barbosa y Soriano intentaron ser los revulsivos. El mañico tocó dos balones y el segundo fue a gol. Rodri recibió el envío de Soriano dentro del área y le puso en bandeja el 2-1. Había un último rayo de esperanza.
En el ambiente no se respiraba tensión ni presión. Al Almería le faltaba convicción y fútbol para empatar. Al Rayo, todo lo contrario; seguía entrando por bandas moviendo rápido la pelota. La sentencia llegó en una buena jugada iniciada por Trashorras, y que Larrivey empujó a la red.
Si el partido de Vallecas era una final, el Almería no dio la talla. La imagen se pareció a la del día del Sevilla, pero esta vez había delante un rival directo, que mereció por fútbol y ocasiones los tres puntos.

Autoestima Es el vestuario, junto con Francisco y el cuerpo técnico, el que tiene que levantar esta situación. Treinta puntos en juego que pueden ser los salvavidas del Almería o los que le acerquen al abismo. El equipo puede dar mucho más de lo que ofreció frente al Rayo Vallecano, porque en esta línea, el objetivo se complica.

Francisco Volvió a ser una tarde difícil, tanto en el campo como en la sala de prensa, donde le preguntaron sobre su futuro en el banquillo rojiblanco. El Almería sabe que éste no es el camino. El tiempo dirá si es solo una pequeña piedra en el camino o un muro infranqueable.
Vallecas fue una fiesta celebrando la victoria del Rayo. Almería se entristecía porque su equipo volverá a pasar una larga semana en descenso. Puntos, gol average, moral... Todo lo puso el conjunto  de Paco Jémez.