Ha vuelto a nacer. Ángel Férez, preparador de porteros del Almería, ha regresado de Cádiz para incorporarse al trabajo una vez recibida el alta médica tras sufrir dos ictus (infartos cerebrales), a principios de noviembre. Han sido muchas las muestras de cariño por parte del fútbol, y comentó que tiene las pilas cargadas para empezar de nuevo con Esteban y Ustari: “Me encuentro perfectamente. Recibí el alta en Cádiz y dispuesto para entrenar y viajar con el equipo a Las Palmas”.

Días difíciles Ha pasado las últimas semanas con la familia en Cádiz, aunque el cuerpo le pedía regresar a Almería para trabajar. Ayer pasó por el Mediterráneo para hablar con el doctor, Antonio Ríos, y vestirse cuanto antes de corto. “Llevo dos semanas muy bien, y necesitaba estar en Almería porque una de las peores cosas que tiene esto es que, cuando estás recuperado, piensas en lo que ha pasado y te agobias. Ya empiezo a olvidar esta pesadilla”.

De cero Sufrió fuertes dolores de cabeza y perdió parte de la visión en el ojo izquierdo. Todo ya forma parte de una mala experiencia, y se ha propuesto vivir cada momento: “Después de lo que me pasó, es el mejor regalo que me pueden hacer. Solo pienso en entrenar y disfrutar de la vida, que son dos días”.
También ha cambiado su forma de ver la vida y de pensar las cosas: “Me ha cambiado. Pienso de otra manera, porque me preocupo de cosas importantes. Empiezas a ver la vida de otra manera”.

Agradecimiento Ángel Férez se llevó el abrazo de futbolistas, cuerpo técnico y prensa cuando llegó al Estadio. En Almería le quieren por su cercanía al aficionado y por su trabajo: “Se han alegrado mucho de verme. He estado en contacto con ellos y solo tengo palabras de agradecimiento para la plantilla, la ciudad y los medios de comunicación. Los aficionados se han portado fenomenal. Me sentí muy querido”.

En casa Ha visto los partidos del Almería por televisión, y no desde el banquillo como estaba acostumbrado. Reconoció que se pasa peor sentado en el sofá: “En casa se sufre más, es una locura, sobre todo porque estás con la familia y no puedes ponerte eufórico. Lo pasé mal”.

Esteban Recogió el premio que le catalogaba como mejor portero de Segunda el año pasado. Ángel Férez le felicitó por su entrega a este deporte: “Tengo la suerte de que por Almería han pasado grandes porteros. Esteban vive y muere por el fútbol. Se merecía ya un premio así”.

"MI SANGRE ES MUY ESPESA"

El preparados de porteros recordaba uno de los momentos más difíciles de su vida. Todo comenzó el viernes 8 de noviembre en Pamplona durante el calentamiento del Osasuna-Almería, hasta que un día después, Antonio Ríos, doctor rojiblanco, decidió llevárselo al hospital para que le hicieran pruebas. Férez sufrió mareos y fuertes dolores: “Llevaba un par de días con molestias en la cabeza, y en Pamplona, después del calentamiento, entré al vestuario y sentí un dolor tan fuerte que me maree y perdí la visión. Antonio me medicó y me recuperé. Al día siguiente me pasó lo mismo y nos fuimos al hospital”.
Se ha recuperado totalmente de los dos ictus, y trabajará con total normalidad junto a Esteban y Ustari. Los médicos le comunicaron que la medicación va destinada a licuar la sangre del exportero, puesto que es muy espesa: “Tengo que tomar una pastilla diaria. Mi problema es que mi sangre es muy espesa y la medicación hace que se licue. Puedo hacer vida normal”.