Almería dice adiós a uno de los mejores volantes de su historia
Almería dice adiós a uno de los mejores volantes de su historia
Almería dirá adiós a uno de los mitos del fútbol canterano almeriense, el mayor de los Taca. Francisco Soriano Suárez, Taca I fue un futbolista nacido en la calle, criado en el entonces Barrio Inglés (hoy Los Ángeles) y vecino de otro grande Penno con el que compartía vestuario en sus mejores años del Berja.
Los Taca fueron el ejemplo de los niños del Barrio de Los Ángeles. Ellos estaban federados y competían en clubes mientras una legión de equipos se partían la cara en el campo de La Balsa, Los Ferretes o Los Hueveros, todos ellos de tierra y piedras.
Jugar con Paco era disfrutar de su calidad y entrega y si la pelota llegaba a su hermano, Aurelio, era sinónimo de gol. Muy técnicos los dos hermanos pero con mayor entrega en el desaparecido Paco, un futbolista al que veíamos desde las barandillas de las Torres llegar con su bolsa de deporte de Motril, Linares, Málaga o Berja tras sus partidos. Siempre nos decía el resultado y como había estado el árbitro y nosotros poníamos todo lo demás.
Sus éxitos deportivos no llegaron al Marca ni aparecen en el AS pero se reflejan en las páginas de LA VOZ formando una media irrepetible con Paquitico. Lo que hoy se llama pareja de medio-centros ya estaba inventado por ellos. Yo vi jugar a los dos hermanos Taca y tuve el placer de jugar con él y contra él en la Balsa grande en los largos veranos de las vacaciones. Algún gol se lo debo. Yo soy 6 años mejor que Taca I pero en aquellos tiempos no había que presentar fichas para disfrutar del fútbol aprendiendo de los grandes.
Hoy en la Panadería de Juana no se hablará de otra cosa. Ayer el Barrio de Los Ángeles se paralizó al conocer la noticia de su muerte. Se ha marchado un futbolista de la tierra autóctono, salido de la calle inglés, cuna de grandes jugadores, calle de los sueños de una familia humilde, querida y respetada. Cariñosa y generosa. Paco y Aurelio eran el ejemplo de las nuevas generaciones en las Barandillas donde Almería recibía a tantos niños que dejaban sus pueblos por la capital.
Los amantes del fútbol almeriense se saben de memoria esta línea media: Paquitico-Taca. Hoy a las tres y media en la capilla del Tanatorio último adiós con sus compañeros del alma que jamás le olvidarán.