Una gran tormenta de agua fría descargó sobre el Mediterráneo
Una gran tormenta de agua fría descargó sobre el Mediterráneo
El fútbol está siendo despiadadamente cruel con el Almería, o al menos así me lo parece. Lo que ocurrió fue un auténtico crimen que sólo se explica por lo define a este deporte que llamamos fútbol, en lugar de balompié. Alrededor de la una de la mañana una gran tormenta de agua fría descargó sobre el Mediterráneo con el ilegal tanto del ghanés Boakye. Pero es que en Almería, a pesar de que sólo se llevan disputados tres asaltos, llueve sobre mojado ya que en los tres encuentros el once Francisco ha sido mejor que su rival, en igualdad numérica y a pesar de ellos sólo ha sumado dos puntos sobre nueve posibles. Me atrevo a decir, convencido, que el fútbol está teniendo muy mala leche con el Almería, pero también que no estoy demasiado sorprendido ya que en una Liga en la que se pagan 100 millones de euros por un sólo futbolista, competir con un presupuesto de quince millones parece hasta insultante y, casi siempre, se acaba pagando.
La mejor muestra es que otro modesto, el Rayo, a la misma hora, corría la misma suerte ya que perdía con un hombre menos y en el minuto 94, aunque con menos alevosía porque el tanto del Levante fue legal. Dicho lo dicho tengo que confesar que hay cosas que no me gustaron, mirando sólo en el espejo de mi equipo, o que no acabo de entender.
No me gustó que el bajón del equipo fuera tan espectacular. Que el Almería con diez se encerrara, que no intentara sorprender a la contra, salvo en alguna acción aislada de Suso, que una y otra vez regalara el balón al rival y que renunciara a mirar a los ojos a Manu. Se tenía que haber obligado al rival a mantener la atención defensiva, haber intentado tener más posesión y haber parado más el partido. En estos minutos la precipitación fue el mayor enemigo del Almería. Como muestra un botón: El regalo que se le hace al rival 30 segundos antes del minuto 94. Queda mucho trabajo por hacer para que nuestro bisoño equipo afronte en las mejores condiciones los partidos en inferioridad. No acabo de entender porque, tras la expulsión de Dubarbier, no se dio entrada a Christian que era su recambio natural en lugar de ello se trasladó a Trujillo a la banda izquierda. No me resisto a preguntar si pasa algo con Christian.