Siempre he tenido claro que Bordalás es un gran entrenador. No lo digo porque su familia sea de Níjar ni por veranear en el Cabo de Gata. Hablo por su hoja de servicios.

Todas las temporada le pido al presidente que lo firme pero no hay manera. La última vez que lo tuvo en sus manos se lo llevó el Elche.

Bordalás es un señor de los banquillos y sigue al Almería cada temporada. Sabe que al final sus caminos se encontrarán porque este club es uno de los grandes en Segunda y el alicantino siempre entrena a los mejores.

No es casualidad que haya subido al Alavés la pasada temporada y esta al Getafe. Algo tiene que convence al profesional. Sus equipos saben siempre lo que tienen que hacer con balón y sin balón.

Pero el secreto mejor guardado de Bordalás es el carácter que le imprime a los equipos que entrena. Los lleva al límite en cada partido. Cuesta igualar en intensidad a sus equipos. Esa es la clave.

Con imagen de un profesor de matemáticas. Su semblante sereno ante la batalla. Dentro de Bordalás está el volcán de Níjar en plena erupción. Nadie se puede relajar. No se casa con nadie.

Yo quiero que los mejores entrenadores vengan al Almería. Pepe Bordalás es a día de hoy el mejor de Segunda División y además su familia es de Níjar y veranea en Cabo de Gata.

Un buen trozo del ascenso del Getafe llega de Almería con Bordalás y Chuli.

Bordalás es el mejor.