El Almería consigue dos puntos de oro que le colocan a cuatro de la salvación en un partido que sentenciaron en 45 minutos.
En esta oportunidad no hubo inventos por parte de Ramis, aunque en lugar de una fueron dos las variantes con las que se presentó el equipo respecto a la anterior jornada. Como estaba previsto Morcillo ocupó la plaza del sancionado Nano, por banda izquierda el técnico dio entrada a Puertas en el otro costado, prescindiendo de Uche.
 En el bando numantino, como era previsible volvió Galarreta, buque insignia de Arrasate mientras que costado derecho fue para Nacho y la media punta para Padilla, el resto los habituales.
En los primeros compases los dos equipos rivalizaron en imprecisiones. En estas que aparece Antonio Puertas para poner orden en el campo y con un cambio de orientación matemático asiste a fidel para que éste recorte a su defensor y bata a Aitor por el palo que le quedaba más alejado, cuando algunos espectadores no se habían acomodado en sus asientos.
El Almería, basando todo su método ofensivo en la búsqueda de los clásicos pases largos a Fidel y Quique y muy serio en defensa. Y el Numancia, pertrechado atrás, en busca de enganchar algún contragolpe, siempre buscando el ala izquierda, donde Marc Mateu siempre dio la sensación de peligro.

Superioridad Los rojiblancos pudieron ampliar el marcador pero Pozo remató al aire un servicio de Quique y el árbitro no quiso señalar un penalti cometido por Medina sobre Fidel Chaves.
Rebasado el minuto 20 reacciona el cuadro visitante aprovechando los dos únicos desajustes defensivos de los locales. El primero lo solventa Casto deteniendo un lanzamiento de falta directa. En el minuto 26 Ximo envía a córner un servicio envenenado de Villalibre y en el saque de esquina Marc Mateu le gana la acción a Azeez, pero su disparo se pierde rozando el palo. Cuando parecía que el partido se podía complicar Pozo encuentra a Fidel, este sirve a Quique, el meta salva con el pie el disparo del Pichichi pero llega Puertas para hacer subir el segundo al marcador.
La pareja Fidel-Puertas volvió a funcionar y fue agua bendita para los intereses del equipo local.

Final con diez Con el marcador favorable la primera premisa de los rojiblancos debería ser que no sucediera nada o sucediera poco. Así fue. El ritmo del fútbol bajó a cotas mínimas desde ese momento. El Almería cerró filas atrás, con los centrales Joaquín y Ximo clausurando siempre con acierto las búsquedas constantes de sus espaldas por parte de Villalibre.
Ni unos ni otros mejoraron con los cambios, pero la suerte no le sonríe a los locales que acaban con diez por la lesión de Uche. Casto despidió el duelo con una de las suyas.