El Instituto Geográfico Nacional (IGN) ha registrado este miércoles 29 de octubre a las 22:38 horas un terremoto de magnitud 4,2 en la escala de Richter. Un temblor que se ha dejado sentir en buena parte de la provincia de Almería, especialmente en el Poniente.

Tal y como recoge el visualizador del Instituto Geográfico Nacional (IGN), el movimiento sísmico ha tenido su epicentro en Alborán Norte a unos dos kilómetros de profundidad, al sur de El Ejido y a la altura de Balerma.

Después se han registrado dos réplicas: una de magnitud 2,5 a las 22:08 horas, con epicentro también en Alborán Norte (en este caso a una altura más próxima a Adra), a cinco kilómetros de profundidad, y otra a las 22:34 horas, de magnitud 1,8 en la escala de Richter con epicentro al sur de Balanegra y a catorce kilómetros de profundidad.

El temblor inicial de 4,2 se ha llegado a percibir con una intensidad entre III y IV (según la Escala Macrosísmica Europea) en Las Cabañuelas (Vícar), en San Agustín (El Ejido) Venta Gaspar (Almería) y con intensidad III en El Canal (Adra), los núcleos ejidenses de Almerimar y Balerma, Canjáyar, Dalías, El Parador de las Hortichuelas y la Urbanización (Roquetas de Mar), La Fuensanta-Vila Inés y La Gloria (Huércal de Almería), Venta del Cosario (La Mojonera), Puebla de Vícar, El Mamí (Almería) y Viator, además en las localidades granadinas de Albuñol y Calahonda.

Con una intensidad entre II y III se ha percibido en Almería capital (incluidos barrios como La Cañada y Retamar), Aguadulce, Las Marinas y Campillo del Moro (Roquetas de Mar), Balanegra, Benahadux, Berja, Barrio de Archilla y La Envía (Vícar), Bentarique, El Ejido, El Llano de Don Antonio (Carboneras), Níjar, Rágol, Almócita, Las Cumbres y Las Mascaranas (Huércal de Almería) y Pechina, entre otros puntos, además de en más de una decena de municipios de Granada como Almuñécar, Cádiar, Castell de Ferro, Órgiva y Motril.

Y con intensidad II, el terremoto se ha notado en localidades de la provincia como la capital (El Alquián), Alhama de Almería, Huércal de Almería, Níjar (Campohermoso), Berja (Alcaudique), Dalías (Celín), Adra (Las Cuatro Higueras), El Ejido (Santa María del Águila y Matagorda), Padules, Turre, Vícar, Gádor, Benahadux (El Chuche) y Rioja, además de en Granada capital y en localidades de esta provincia como Armilla, Salobreña, Almuñécar y Gualchos, así como en Málaga (Vélez-Málaga, Torrox).

El precedente de julio

El terremoto ha alterado la tranquilidad de la noche del miércoles, aunque no ha llegado a la intensidad del registrado el pasado 14 de julio, que marcó 5,4 grados en la escala Richter.

Desde entonces, aunque es algo habitual en Almería al ser zona sísmica, se han producido distintos temblores de distintas magnitudes: solo en el mes de septiembre fueron casi una veintena.

Más recientemente, la tierra volvió a temblar en la provincia de Almería con tres terremotos que se registraron hace solo una semana, el jueves 23 de octubre, en este caso en las localidades de Turrillas, Zurgena y Lúcar.

Qué significa la intensidad de un terremoto

La intensidad IV, según el Instituto Geográfico Nacional, significa que el terremoto es sentido dentro de los edificios por muchos y sólo por muy pocos en el exterior. Se despiertan algunas personas y el nivel de vibración no llega a asustar. 

Se trata de una vibración moderada que se manifiesta en un un leve temblor o cimbreo del edificio, la habitación o de la cama, la silla, etc., y el golpeteo de vajillas, cristalerías, ventanas y puertas. Los objetos colgados oscilan y en algunos casos los muebles ligeros tiemblan visiblemente. En algunos casos se producen chasquidos de la carpintería, pero no llegan a provocar ningún daño.

La intensidad III implica que se puede sentir dentro de algunos edificios, provocando una leve oscilación en objetos colgados y causando un ligero temblor o balanceo en personas en reposo y por lo general sin causar daños.

Los temblores de intensidad II solo se sienten en casos aislados (menos del 1%) por individuos en reposo y en posiciones especialmente receptivas dentro de edificios. No tienen mayor efecto ni provocan ningún daño.