Rodeados de un peligro latente de explosión y sin tener constancia de ello. Así es como han estado los vecinos de la localidad de La Puebla de Vícar donde la Guardia Civil, en el marco de la operación 'Pebels', ha detenido a una persona por la fabricación ilegal de explosivos. 

En concreto, según detalla la Benemérita en una nota, en la operación han sido intervenidos más de 150 kilos de precursores de explosivos y productos químicos para su elaboración, 100 metros de mecha, 200 cerillas eléctricas (detonadores) y 28 artificios artesanales. Material que, resalta la Guardia Civil, "estaba almacenado en el garaje del domicilio del detenido y que carecía de las medidas de seguridad para ello".

Para entender tanto la importancia de la actuación como el peligro que supone esta práctica, la Benemérita recuerda que "las sustancias químicas y precursoras de explosivos iban destinadas a la elaboración ilegal de mezclas explosivas, pirotécnicas o incendiarias y que posteriormente eran empleadas para fabricar artefactos y artificios explosivos o pirotécnicos caseros".

Tirando del hilo de una operación anterior

La investigación de la Guardia Civil se inició a raíz de otra operación anteriormente desarrollada en la provincia de Sevilla, donde se detuvo a otra persona por hechos similares. Y fruto de esa operación, los agentes pudieron constatar como el ahora detenido había realizado compras en países del Este de Europa de sustancias precursoras tales como clorato potásico y perclorato potásico, cuya adquisición está prohibida a particulares en la Unión Europea.

De este modo, continuando con las investigaciones, los agentes registraron la vivienda de esta persona, donde hallaron almacenados en el garaje del domicilio 82 kilos de precursores de explosivos, 69kg de otras sustancias químicas también empleadas para su fabricación ilegal, 100 metros de mecha y 200 cerillas eléctricas (detonadores), así como 28 artificios pirotécnicos de grandes dimensiones fabricados artesanalmente a base de las mezclas explosivas elaboradas con dichos precursores.

Sin duda, material con alto nivel de peligrosidad ya que con estas sustancias y productos se podían elaborar distintos tipos de mezclas explosivas como cloratita o pólvora, e incendiarias como la denominada 'termita'.

Estricto control de las compras por su peligrosidad

Los precursores de explosivos son sustancias químicas que, a partir de determinadas concentraciones y mezcladas entre sí o con otros productos son susceptibles de utilizarse para la fabricación casera e ilícita de explosivos, por lo que su comercio, adquisición, tenencia y uso están rigurosamente controlados para evitar su desvío a fines ilícitos, violentos o terroristas.

Tanto es así que para su legal adquisición en nuestro país es necesario contar previamente con una licencia que otorga el Ministerio del Interior a través del CITCO, que es el Punto de Contacto Nacional en materia de precursores y con el que la Guardia Civil trabaja estrechamente en esta materia. 

Y es precisamente por este exhaustivo control por lo que personas, como el ahora detenido, tratan de adquirir estos precursores en otros países fuera de la Unión Europea, según indica la Guardia Civil.

Una de las operaciones más relevantes en España

Esta actuación se trata de una de las mayores incautaciones de precursores de explosivos realizada hasta el momento en nuestro país por la Guardia Civil, junto con la realizada en marzo de 2023 en Montmajor (Barcelona), donde se desarticuló un taller clandestino de fabricación de explosivos, en el que se intervinieron casi 500 kg de sustancias químicas y precursoras de explosivos.

Por todo ello, al detenido se le imputan los supuestos delitos de fabricación ilegal y depósito de explosivos, así como de riesgo provocado por explosivos u otros agentes.