"Sacadme de aquí": Matilda, la ansiedad y desesperación de estar dos horas atrapada en un ascensor
La rápida actuación de varios trabajadores de Tecnocasa y de los bomberos logra sacar a una mujer de avanzada edad de un ascensor donde quedó atrapada durante casi dos horas

Un bombero trabaja en el ascensor donde quedó atrapada la mujer.
"Que alguien me saque de aquí, por favor". Esta es la frase que durante casi dos horas repitió, a la vez que golpeaba con todas sus fuerzas la puerta bloqueada, Matilda, una mujer de avanzada edad a la que el gran apagón de este lunes le pilló en un diminuto ascensor.
A las 12:33 horas, cuando todo se paró en España, también dejó de funcionar el ascensor en el que se encontraba Matilda. Vive en el cuarto piso del número 15 de la calle Joaquín Vázquez, en el barrio capitalino de El Zapillo, y dada su edad y su frágil estado de salud, no le queda otra que a diario hacer uso de un ascensor que no tendrá más de un metro por un metro.
Pero su rutina diaria se vio truncada de repente por el gran apagón. Cuando se fue la luz, el ascensor dio un brusco traqueteo y quedó parado durante casi dos horas. Lo mismo que duró la desesperación de Matilda. Y no había luz, no podía salir del ascensor, pero tampoco podía llamar a nadie, los teléfonos móviles habían dejado de funcionar.
Sin poder ayudar
Los vecinos del bloque que en ese momento se encontraban en sus viviendas salieron para intentar socorrerla. Del tercero salió un matrimonio mayor, pero no pudo hacer nada. Del quinto, una madre con su hija de apenas ocho meses, pero tampoco pudo hacer nada. "Yo intentaba llamar por teléfono a los bomberos o a mi marido para ver si podía hacer algo, pero no había manera, los móviles no funcionaban", relata la madre.
Pero aparecieron en escena los primeros héroes de Matilda, que en lugar de llevar capa, llevaban unas corbatas verdes. Eran dos trabajadores de Tecnocasa, Álvaro y Carlos, que durante su ronda por las viviendas del barrio se encontraron de lleno con la desesperación de Matilda. "Estábamos haciendo nuestra zona, que era e barrio de El Zapillo, y cuando llegamos a ese bloque de viviendas no parábamos de escuchar los gritos de la mujer. Estaba desesperada", relatan a LA VOZ.

Los jóvenes trabajadores de Tecnocasa que ayudaron a salvar a Matilda.
Rápidamente no se lo pensaron y se pusieron manos a la obra. Llamaron a otro compañero, Enrique, y junto con los vecinos, intentaron abrir la puerta del ascensor con unas llaves inglesas. "Empezamos a hacer fuerza con las llaves inglesas, a dar porrazos para intentar abrir la puerta, pero no había manera. No encontrábamos ninguna forma de sacarla y ella, mientras tanto, no paraba de pedir que la sacásemos de allí, que la ayudaramos. Estaba, de verdad, muy nerviosa", relatan los jóvenes.
Los bomberos
Y llegó la esperanza. Tras muchos intentos, los jóvenes consiguieron contactar por teléfono con los bomberos de la capital. Los bomberos, hasta arriba de trabajo, tardaron tan solo unos minutos en llegar y se pusieron manos a la obra.
Fueron los bomberos del seis de Almería los que pudieron hacer acto de presencia, entre decenas de llamadas, en la calle Joaquín Vázquez. Pero no fue nada fácil el rescate de Matilda, que mientras trabajaban los efectivos de bomberos no podía dejar de gritar y de golpear la puerta.
Varios de los efectivos se pusieron a intentar abrir la puerta y otro, como pudo, se coló en el hueco del ascensor. "Métete con ella dentro y cálmala", le dijo un compañero. Y lo hizo. Se adentró en el diminuto ascensor y rebajó la tensión de Matilda, quien estaba ya al borde de un ataque de ansiedad.
Habían pasado ya casi dos horas desde que Matilda estaba encerrada cuando llegó el alivio. Los bomberos lograron abrir las puertas, sacarla del interior del diminuto ascensor y calmarla. Pero el susto no ha pasado. "Hoy hemos ido a verla a ver cómo estaba y nos ha dicho que se iba del piso unos días. Estaba aún asustada y no quiere coger el ascensor", explican los jóvenes de Tecnocasa que lograron converti la desesperación y la ansiedad de Matilda en una historia con final feliz.