Los almerienses se despiden este martes de una de las imágenes más icónicas que tienen en la retina desde hace años: la Avenida Cabo de Gata con sus alineaciones de palmeras. Y es que, cumpliendo con el anuncio que ya en su día realizó el Ayuntamiento de la capital en el mes de marzo, el área de Zonas Verdes, Agricultura y Agua, ha comenzado a eliminar los 48 ejemplares de palmeras que se encuentran distribuidas en los 700 metros lineales que recorren desde la calle Ángel Jover hasta la calle Quesada.

El motivo de la retirada de estos ejemplares de palmera, según explica el concejal de Zonas Verdes, Juan José Segura, es "garantizar la seguridad" de vecinos, viandantes y conductores. Según los datos que manejan en el área, estas 48 palmeras "cuentan con una altura media que va desde los ocho a los doce metros, tienen una edad comprendida entre los 40 y los 60 años, un tronco de entre 130 y 150 centímetros, las copas están ya muy reducidas para evitar el peso y el estado de conservación es heterogéneo ya que se encuentran algunas que sufren estrechamientos o inclinaciones que provocan ciertos riesgos".

Es cierto que esta especie de pequeño palmeral que hasta ahora ha presidido una de las principales vía de tráfico Este-Oeste de la ciudad empezó a convertirse en un calentamiento de cabeza para el Ayuntamiento hace unos años. Desde que en el año 2022 la caída de una palmera de grandes dimensiones sobre un vehículo y una moto provocara el fallecimiento de dos personas, la Avenida Cabo de Gata se encuentra bajo la lupa cada vez que hay episodios de vientos fuertes. Desde entonces hasta ahora se han eliminado algunos ejemplares de palmera datilera y se han realizado podas importantes tratando de retirarles peso que colabore a que puedan partir pero no se ha considerado suficiente.

Las fuertes rachas de viento en la ciudad son una realidad. Así, según las mediciones municipales, "en marzo de 2025 hubo rachas de hasta 87 km/h, en enero de 2025 alcanzaron los 95 km/h, en octubre de 2024 fueron de 88,9 km/h y las más importantes ocurrieron el 13 de enero de 2023 con vientos de hasta 102 km/h", unos datos que han convertido a este espacio, según Juan José Segura, "en una zona preocupante. Aquí los ejemplares se encuentran en total exposición y se produce un efecto túnel que convierte las rachas en aún más peligrosas".

La intención municipal es que a lo largo de esta semana se culminen los trabajos ya que quieren "haber terminado los apeos antes de que llegue septiembre y el mayor riesgo de DANA y fuertes vientos". Esto supone que esa imagen idílica de la calle llena de palmeras tiene los días contados.

¿Y ahora qué?

Una vez culminado este proceso de retirada de estos ejemplares tocará tomar decisiones sobre el futuro de esos alcorques vacíos. Explica Segura que "se va a sacar un contrato menor para que se realice un estudio de lo que se puede hacer allí. Saber exactamente que hay bajos los alcorques, la posibilidad o no de instalación de riego en ellos y un análisis sobre las especies más adecuadas para colocar en esta zona". La realización del estudio que planeará el futuro vegetal de la Avenida Cabo de Gata espera que esté listo "a finales de este año 2025 o principios de 2026".