“Nos sentimos ciudadanos de segunda”. Estas son las impactantes palabras que derrama Antonio Gómez, presidente de la Asociación Pro Gitanos de Pampanico. Sienten que son un colectivo olvidado, y esto, según Gómez, se refleja en el estado en el que se encuentra el Colegio Punta Entina, ubicado en el núcleo ejidense. En este centro, casi un 90% del alumnado es de etnia gitana, y los resultados de éxito escolar es de “apenas un 1%”, según Gómez.

Instalaciones
“El colegio no cuenta con los requisitos básicos para s funcionamiento. No funciona la calefacción, hay goteras, la entrada no está asfaltada y nada más entrar hay un socavón de 10 metros y 40 centímetros de profundidad”, cuenta el presidente de la asociación. Hace unos días han mantenido una reunión con Delia Mira y con José Andrés Cano Peinado, concejales de Servicios Sociales y Obras Públicas, respectivamente, para tratar las principales preocupaciones del colectivo gitano y que necesitan estar subsanadas sobre todo por “el bien de los niños”. “Una simple lluvia hace que los alumnos del CEIP Punta Entinas no puedan asistir a clase, ya que en la puerta se forman unos charcos impresionantes, y a los padres les da miedo que se hagan daño, que de hecho, ya ha pasado”, explica Antonio Gómez.

Éste también denuncia que el hecho de que pensar en cambiar a los niños de colegio es una odisea: “El transporte público no coge a alumnos de este colegio por tener éste más cerca”.

Integración
El presidente de la Asociación Pro Gitanos tiene las ideas claras y sabe que “el Ayuntamiento tiene que ayudar a la gente del colectivo gitano que necesita más ayuda para la integración, inculcándoles herramientas y valores positivos. Pedimos que se sienten con nosotros y que la colaboración por supuesto sea mutua. Si lo hacemos así, ganamos todos”.

Desde hace años, los vecinos del barrio de las 100 viviendas de Pampanico piden al Consistorio una serie de mejoras para que la zona sea “confortable y con las necesidades básicas”.

Mejora del barrio
Entre otras cosas, la fumigación y desratización de las calles del barrio, la recogida de animales sueltos y abandonados, acondicionamiento del paso de agua de la Carretera de Berja a esta zona o el arreglo del asfalto de las calles. Otros términos que exigen es la participación de los niños del barrio en las fiestas de Pampanico y el paso de la procesión de las fiestas, “aunque solo sea por la vía de servicio”. Desde la asociación, y desde el propio Antonio Gómez se esperan soluciones y ayuda por parte del Consistorio. “Queremos que nos escuchen, nos sentimos desplazados”. Piensan que son ciudadanos olvidados, vecinos de segunda, pero solamente “queremos oportunidades”.