La Voz de Almeria

Almería

El Pendón de las históricas disputas

En la República y en la democracia la celebración nunca se hizo a gusto de todos

El Pendón de Castilla en la puerta de la antigua Escuela de Artes de la calle Javier Sanz en los años  de la República.

El Pendón de Castilla en la puerta de la antigua Escuela de Artes de la calle Javier Sanz en los años de la República.F. Mateos

Eduardo de Vicente
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La conmemoración de la Reconquista de Almería por los Reyes Católicos no fue jamás un acontecimiento multitudinario ni una fiesta que calara en el alma del pueblo. En determinados periodos de la historia fue motivo de disputas polémicas y en otras fue relegado a un trámite que había que cumplir.

Hasta los años treinta, la celebración compartía su sentido religioso, basado en la ceremonia central que se celebraba en la Catedral, con el carácter popular de la fiesta que se desataba cuando el Pendón recorría las calles escoltado por las tropas del ejército, perseguidas por un batallón de niños enfervorecidos por el sonido de los tambores y las cornetas. La llegada de la República en las elecciones de abril de 1931 dio un giro brusco a los actos religiosos que se celebraban entonces en Almería, que pasaron de ocupar una fecha señalada en el calendario a convertirse en un acto casi fugitivo. De las disputas entre los poderes políticos y religiosos tampoco se libró la fiesta de la Reconquista, que en 1931 fue relegada al templo.

A comienzos de diciembre ya corrió el rumor en la ciudad de que ese año no habría procesión, comentarios que se confirmaron en la sesión municipal del 22 de diciembre. Aunque el concejal Antonio Villegas Murcia propuso dejar a un lado las rivalidades ideológicas para que se pudiera conmemorar con la ceremonia tradicional el día de la Reconquista, acabó imponiéndose la opinión radical del concejal Pérez Almansa, que se oponía rotundamente a que se celebrara la fiesta porque entre otras razones, consideraba “una desgracia” el que los Reyes Católicos vinieran a Almería.

Entre 1931 y 1936 el Pendón se celebró según el color de los políticos de turno

Al día siguiente, el periódico La Crónica Meridional, contaba que “por acuerdo del Ayuntamiento no se celebrará la procesión que era de costumbre conduciendo el Pendón de Castilla por nuestras principales calles. Es un acuerdo que está siendo censurado, y con razón, pues nada tienen que ver las ideas religiosas o antirreligiosas con una fiesta almeriense verdaderamente patriótica”.

El diario católico 'La Independencia', también centraba sus críticas en la prohibición, destacando que “el día de San Esteban fue siempre en la ciudad el más alegre y risueño de la Navidad, el escogido por el pueblo para expansionarse y presenciar el desfile con el histórico Pendón. De todo esto y del inevitable desfile marcial de las tropas, que hacía las delicias de los chicos, nos ha privado este año la corporación excelentísima, fácilmente sugestionada por un concejal que ha hecho cuestión personal con los Reyes Católicos la llamada Reconquista”.

Aquel 26 de diciembre de 1931 los actos se alojaron dentro del templo, sin que estuvieran presentes las principales autoridades municipales que habían decidido no tomar parte tampoco en la ceremonia religiosa.

La privación del Pendón se mantuvo hasta que 1934 cambió el signo político en el Ayuntamiento. La destitución de los concejales de significación socialista e izquierdista tras el fracaso del movimiento revolucionario de octubre, trajo un nuevo equipo de gobierno municipal, que dio un giro a la derecha.

El concejal Antonio Villegas Murcia, que en los años de la prohibición se erigió en estandarte en defensa de que la Reconquista se celebrara también con carácter civil, consiguió que el acto cívico volviera a celebrarse con la presencia de la corporación municipal al frente.

El 26 de diciembre de 1934 el día de San Esteban recuperó antiguos esplendores y fue considerado como fiesta local. El Ayuntamiento en corporación, con asistencia de la autoridad gubernativa y militar, acompañados de una sección de la guardia municipal y la banda de música, salieron de la Casa Consistorial con dirección al Museo Arqueológico, instalado en la Escuela de Artes (hoy instituto Celia Viñas), siguiendo el itinerario: Plaza Vieja, calle de Mariana, Jovellanos, Riego (Real), Floridablanca, San Pedro, Navarro Rodrigo y Javier Sanz. Frente a la fachada de la Escuela de Artes se concentraron las tropas de la guarnición y un piquete de la Guardia Civil de caballería.

Entre las autoridades iban el recién nombrado Alcalde de Almería, don José Alemán Illán y el Gobernador accidental, don Adolfo Pérez de Santiago. Cuando la comitiva llegó frente a la fachada de la Escuela de Artes de la calle Javier Sanz, salieron a recibirla el director del centro, don Francisco Payá Sanchis y el director del Museo Arqueológico don Juan Cuadrado Ruiz. Aquel día el Pendón de Castilla fue portado por el concejal don Vicente Navarro Gay, que años después sería alcalde de la ciudad en los primeros tiempos de la dictadura nada más terminar la guerra.

La procesión se desarrolló sin incidentes, aunque la vigilancia policial fue importante, en previsión de que pudiera ocurrir algún altercado de orden público. Al año siguiente, en 1935, el Pendón volvió a celebrarse con todos los honores. Un piquete del batallón de Ametralladora y las tropas de la Cruz Roja, con bandera y música, realzaron el desfile. Fue el último antes de la guerra civil.

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