Tres amigos, 18 equipos y la liga de baloncesto que nació en las calles de Almería
Hartos de jugar contra los mismos decidieron crear una liga de 'streetball' que no existía en Almería

Lanzamiento en uno de los partidos.
Dicen que las grandes ideas nacen del hastío. De estar hartos de jugar siempre contra los mismos, de conocer de memoria cada bote, cada amago y cada triple del colega de enfrente. Eso fue justo lo que les pasó a Javier Nadal, Cristian Cuevas y Miguel Dionis, tres jóvenes almerienses, aún en su veintena de edad, que un día decidieron que, si no existía una comunidad estable de 'streetball' en Almería, habría que crearla. Balón en mano y sin pedir permiso.
Lo suyo era la canasta, pero también la cultura urbana, el baloncesto de calle que no entiende de federaciones ni de corbatas. Así que tiraron de redes sociales para crear una liga como quien lanza un triple al ciberespacio: vídeos, jugadas, estilo callejero y mucha actitud de pista. La llamada tuvo respuesta. Y vaya si la tuvo. Lo que empezó siendo un grupito terminó convirtiéndose en una liga 3x3 con 18 equipos, formados por entre tres y cinco jugadores. Media Almería quería jugar.
Las primeras batallas se libraron en las canastas de la Rambla Amatisteros, donde el basket se mezclaba con el paseo y los curiosos paraban a ver quién se coronaba como Rey de la Pista. Allí desplegaban mates, piques sanos, defensa al límite y esa magia que solo aparece cuando el asfalto hace de parquet y la bola emite un sonido singular al acariciar las cadenas que hacen de red. Pero el proyecto pedía más. Sin perder el alma callejera, la liga estableció su base oficial en las pistas del Colegio Agave, en Huércal de Almería, para dar un paso adelante sin dejar de botar bajo.
Gran final
Desde el 5 de octubre, los domingos en el Agave tuvieron dueño. De 18:30 a 20:30, el balón no descansaba. Hubo enfados, hubo risas, hubo triples imposibles y respeto por el juego. Una liga improvisada, sí, pero cuidada con mimo por tres organizadores que demostraron que la pasión puede ser el mejor reglamento. El final merecía escenario grande. Y lo tuvo.
El pasado 14 de diciembre, y con la lluvia amenazando desde el banquillo, la gran final se trasladó al Pabellón de Huércal de Almería. Desde las 17:30 hasta las 23:00 horas, los equipos del top 9 se jugaron algo más que el título: el orgullo de haber sido parte de algo especial.
Al detalle y fiesta
La fiesta fue completa. La liga la ganó el equipo de 'Los Cuñaos', integrado por Cristian Gimeno, Pedro Torrencillas, Hamza Ech chaibi el Faraji y Juan Bailon. Pero no sólo los jugadores de campo fueron los protagonistas de la jornada. Como si se tratase de un All-Star Game, el día contó con un concurso de salto vertical para los que vuelan, concurso de tiro abierto para los francotiradores, premio al mejor speaker —porque aquí también se gana con la voz— y una barra de hamburguesas y bebidas cortesía de Kite Burger para alimentar cuerpos y egos.
Todo organizado por chavales ajenos a cualquier institución, pero atentos a cada detalle. Al final, como manda la liturgia, llegaron los premios: MVP (Antonio Lafuente), mejor defensor (Zidane Dos Santos) y mejor tirador (Sergio Iñiguez). Trofeos para una liga amateur que deja su primera huela en la historiografía del deporte almeriense. Porque cuando el basket se juega con el corazón, la calle responde. Y en Almería, al menos por un tiempo, el balón decidió no parar de botar.