Una de las líneas de investigación de la UCO ha sido la de citar a declarar a testigos relacionados con los investigados mediante la provisión de servicios, haciendo hincapié en los interrogatorios en las formas de pagos, que casi siempre se deducía que era en efectivo. Entre los testigos que contestaron a las preguntas de los agentes se encuentran un sanitario con el que Javier Aureliano mantuvo conversaciones para comprar en común unos terrenos en Nueva Almería, a través de la oferta de una empresa, aunque al ver que el terreno tenía casa construida, desistieron. 

También comparecen como testigos algunos inquilinos de Aureliano en viviendas de su propiedad en Balanegra y de un establecimiento de hostelería llamado El Reencuentro. Aparecen también trabajadores de la empresa Gesa, propiedad de Rodrigo Sánchez Simón, que realiza subcontratas a otras empresas de obra pública. 

Otro de los testigos es una señora que tiene una tienda de comestibles en Rodalquilar y que tiene propiedades familiares heredadas de su abuela en forma de una parcela por la que telefónicamente se interesa Javier Aureliano, al ser propietario de una parcela colindante. La UCO también ha interrogado a la señora que le plancha la ropa las camisas a Aureliano, contestando que le paga a 11 euros la hora y siempre en efectivo.

Otra señora comparece y asegura que le vendió un terreno y una vivienda a Aureliano en la zona de la Vega de Abucena y no recuerda si el pago se hizo en efectivo.

También aparecen como testigos técnicos del área de Fomento de Diputación que niegan tener capacidad ejecutiva alguna en la resolución o disposición de contratos.

También aparece una limpiadora de la casa del investigado Fernando Giménez, que también limpió en casa de sus antepasados, y que asegura que cobra diez euros por hora en efectivo de parte del exdiputado, en total unos 70 euros semanales.

Otro testigo aparece dando información sobre la compra de la empresa Pulconar, relacionada con la compra de mascarillas, por parte de Kilian López por 500 euros en efectivo, “que pagó de forma chulesca". La Guardia Civil, en uno de sus oficios incorporados al auto, refleja la inexistencia de retiradas de efectivo en las cuentas bancarias de Javier Aureliano.