La elegante calle de Almería de estilo modernista reflejo de la clase burguesa del siglo XIX
Un espacio breve en longitud, pero inmenso en valor patrimonial, donde aún residen notables ejemplos de la arquitectura modernista y ecléctica que marcaron la Belle Époque almeriense

Calle Eguilior, en el centro histórico de la capital almeriense
En pleno centro histórico de la capital llama la atención una calle que mira el lateral de instituto Celia Viñas y que evoca la Almería burguesa de finales del siglo XIX y principios del siglo XX. Lo hace, especialmente, por su elegante belleza a base de formas orgánicas, acompañadas de detalles florales, líneas en movimiento y vidrieras de colores. Todo ello concentrado en unos pocos metros, vinculado principalmente a la prosperidad de las clases acomodadas de la época.

Número 3 de la calle Eguilior
Para ponernos en contexto, fue a finales del siglo XIX cuando surgieron los primeros planes de ampliación de la ciudad de Almería, gracias, en buena parte, al auge de la minería, sobre todo en la comarca del río Almanzora y en la Sierra de Gádor. Estas viviendas no eran solo hogares, sino una declaración estética y social que representaba el ascenso económico de comerciantes, exportadores de uva y profesionales liberales que apostaban por un estilo europeo, moderno y sofisticado.
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Trinidad Rodríguez
Lo que no todo el mundo sabe es que los proyectos de ensanche, serán trazados por el celebérrimo arquitecto Trinidad Cuartara, la mayor figura arquitectónica en este momento en la provincia, junto a su compañero Enrique López Rull. Su fachada es popular por sus reconocibles figuras escultóricas de la Grecia clásica que representan a titanes, ángeles y figuras femeninas, bajo el balcón principal. Las figuras son similares a las que presiden el chaflán de la Casa de la Peña, al final de la Rambla y El Paseo de Almería.
La calle Eguilior, ejemplo del modernismo almeriense
Lo cierto es que el Modernismo en Almería aparecerá solo en algunos elementos aislados dentro de un contexto historicista o bien mediante elementos decorativos como la forja artística en balcones y rejerías, ventanales alargados y simetría en las composiciones o cornisas con molduras decorativas.
No alcanzó por tanto la magnitud de otras ciudades como Barcelona o Cartagena. No obstante, a pesar de ello, sí se puede contabilizar ejemplos de inclusión de formas conocidas como "art-nouveau" en la arquitectura almeriense del XIX.

Grupo escultórico en la vivienda número 3 de la calle Eguilior en Almería
El caso más claro es el conjunto formado en la calle Eguilior, de los cuales solo nos queda actualmente la vivienda número 3, ya que el resto de derribaron en su momento. Sin embargo, en su momento, estuvo compuesta por tres inmuebles enamorados como el número 1, el número 3 y el número 5, hacia la manzana aún sin edificar del futuro Instituto Celia Viñas. Asimismo, su apertura estuvo ligada al encauzamiento de la Rambla de Obispo Orberá, en el último tercio del siglo XIX.
Aquella gran obra permitió amplificar la ciudad hacia Levante, dando paso a un barrio moderno que respondía al crecimiento demográfico y la pujanza económica que dejaba el comercio de la uva de barco. En este sentido, la única vivienda que aún queda en pie, se estructura en base a una fachada de dos pisos, aunque a día de hoy se le incorporó un remonte que posibilita su uso residencial en base al Plan General de Ordenación Urbana de Almería.
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Sorprende que la planta superior se separa de la planta baja mediante un grupo escultórico compuesto de parejas de atlantes y cariátides semidesnudas en su torso, de hermoso rostro y ligera tela y sin piernas, sosteniendo el balcón. Fueron esculpidos por Hilario Checa Sánchez, que fue profesor de pintura, modelado y vaciado en la Escuela de Artes y Oficios de Almería, a principios del siglo XX.
Según la mitología griega, el dios Zeus castigó al joven titán, llamado Atlante, a cargar sobre sus hombros la bóveda del cielo. Uno de los ejemplos más representativos, lo contemplamos en el Erecteion, templo situado en la Acrópolis de Atenas.