Cortijos con fastuosos jardines y elegantes villas dignas de admirar, símbolo del auge de la burguesía de Almería. Este es el caso del Palacete de Torcuato Soler Bolea, en el corazón del Levante Almeriense, una casa señorial del siglo XIX situada en la Plaza  de la Constitución numero 12, fiel reflejo de la opulencia que una vez marcó la historia económica de este rincón del casco antiguo de Cuevas de Almanzora. 

El Palacete de Torcuato Soler Bolea y el auge de la burguesía

Construida en 1884, en plena época de auge minero para la zona, la minería de plata, fundamental en esa época, dejó una huella que se refleja no sólo en la economía sino en la arquitectura y el urbanismo. 

Si bien es cierto que a lo largo de su vida ha alojado distintos uso, su estructura original y ciertos espacios nobles han permanecido intactos, aunque su estructura se ha visto sometida a varias obras de rehabilitación. Es más, a día de hoy, acoge dependencias municipales.

Compuesta por tres plantas, su interior bien merece una visita, ya que está formado por numerosas salas nobles, la mayoría de ellas pintadas al temple y decoradas con motivos en escayola y lienzos de gran valor artístico, del autor Andrea Giuliani Cosci.

A todo ello se le suma la escalera de acceso a la primera planta, realizada en mármol y escoltada por dos grandes columnas pareadas del miso material. 

Desde ella se pueden contemplar las vidrieras interiores en madera y cristal de colores del salón de actos. Otro dato curioso es que todas las salas muestran sus paredes y techos pintados al temple con motivos mitológicos, hindúes y chinescos, realizadas por el autor Poncio Ponciano.

El estado actual y su recuperación 

En los últimos tiempos el Ayuntamiento de Cuevas del Almanzora ha puesto en marcha una rehabilitación integral del palacete. Este proyecto ha sido apoyado mediante fondos europeos, en el marco de programas como el PIREP Local y con apoyo de estrategias de desarrollo rural y de recuperación patrimonial.

La idea es poder acomodar todas las anteriores actuaciones para armonizar el conjunto final y equilibrar lo existente y lo nuevo. No sólo eso, sino que además se realizarán las obras necesarias para mejorar la experiencia del público general en sus visitas al mismo, tanto sean de carácter administrativo como turístico.

De hecho, la Sala Rosa ha sido convertida en un espacio expositivo dedicado a la Burguesía Minera, con paneles informativos, fotografías, accesos habilitados al público, con objeto de poner en valor tanto la historia local como el patrimonio artístico del edificio.