Este viernes arranca la Feria de Almería, en honor a la Virgen del Mar, patrona de la capital. Lo cierto es que más allá de los locales, se espera la visita de turistas, no solo nacionales, sino también de otras partes del extranjero. Y es que no son pocos los viajeros que cuando se les pregunta por la capital de la provincia almeriense, casi que responden automáticamente con varias ideas o, mejor dicho, lugares en mente. 

La costa del mar mediterráneo que baña la Playa del Zapillo y, por ende, la joya natural insignia de esta nuestra tierra: el Parque Natural de Cabo de Gata-Níjar. A ello se le suma, claro está, la Alcazaba de Almería que se asoma imponente nada más entrar a la ciudad. 

Sin embargo, Almería no es solo sol y playa. También puedes explorar la ciudad desde un punto de vista diferente, con rincones llenos de encanto que te permiten disfrutar de su historia, su cultura y, por supuesto, su gastronomía. 

El Cerro de San Cristóbal y el barrio de La Almedina

Uno de los mejores miradores de Almería se encuentra en el Cerro de San Cristóbal. Desde aquí, las vistas son espectaculares, se contempla toda la ciudad, el mar Mediterráneo y, en los días despejados, incluso parte del desierto de Tabernas. A unos 200 metros de altura a nivel del mar, en su cima se encuentra la Ermita de San Cristóbal, construida en tiempos del rey Jairán, en el siglo XI.

La visita no se queda solo en las vistas: bajando del cerro, te adentras en el antiguo barrio de La Almedina, uno de los más auténticos de la ciudad. Sus calles estrechas y empedradas esconden sorpresas: pequeñas tiendas artesanales, bares tradicionales y rincones perfectos para pasear.

Si te apetece descansar y tomar algo con encanto, la tetería Almedina es un imprescindible. Con su decoración acogedora, es el lugar ideal para recargar energía mientras disfrutas de un ambiente relajado y diferente. Y si prefieres música en vivo y un ambiente más animado, La Guajira no defrauda con conciertos y sesiones musicales que dan vida al barrio al caer la tarde.

Ermita de Torregarcía (Retamar)

La Ermita de Torregarcía se encuentra en la pedanía de Retamar, a las afueras de Almería. Un rincón tranquilo con mucho encanto, rodeado de naturaleza, que ofrece un espacio para desconectar y admirar la arquitectura religiosa tradicional de la zona. Su ubicación es perfecta para combinar historia y playa: muy cerca se encuentra la Playa de Torregarcía, un lugar menos concurrido que las playas del centro, donde se puede disfrutar del paisaje. 

MiniHollywood, el cine en el desierto

Si buscas un toque diferente, no puedes perderte una visita por el MiniHollywood, el famoso escenario cinematográfico en los alrededores de la ciudad. Se encuentra en el desierto de Tabernas, el más famoso y grande de Europa, a unos 30 km de Almería capital. Aunque es más conocido por los rodajes de películas del oeste, es una visita que mezcla historia del cine, arquitectura singular y paisajes desérticos que parecen de otro mundo.

Refugios de la Guerra Civil

Los Refugios de la Guerra Civil están ubicado en pleno centro de Almería. Construidos entre 1937 y 1938, durante la Guerra Civil Española, su objetivo era proteger a la población civil de los bombardeos que sufrió la provincia. En torno a 150 metros de galerías subterráneas, con paredes originales, ventilación y pequeñas salas donde la gente se resguardaba. Pasear por sus pasillos permite imaginar cómo era la vida cotidiana de los almerienses durante los ataques.

Aljibes Árabes de Jairán

En pleno centro histórico, en la calle Tenor Iribarne, se esconden los Aljibes Árabes de Jairán, una de esas joyas menos conocidas que merece la pena visitar en Almería. Se trata de una obra de ingeniería hidráulica andalusí mandada construir en el siglo XI bajo el reinado de Jairán. Una red hídrica creada para abastecer de agua a la población. En aquella época, el agua no llegaba a las casas privadas, por lo que los vecinos recurrían a fuentes y pilares públicos.