En octubre de 2022 se paraban las obras que la empresa municipal de la vivienda, 'Almería XXI', acababa de comenzar a través de la empresa Nila como agente urbanizador en el Polígono 1 del Sector SUP MNO-04/801, en el barrio de Los Molinos. Se paraban porque el propietario de una parcela agrícola se negaba a marcharse a pesar de haberse depositado el justiprecio para la expropiación de los terrenos. Desde entonces hasta hoy han pasado dos años y ocho meses, toda una vida para los vecinos de este barrio que en la mañana de este miércoles han lanzado un grito de auxilio a una situación a la que no le ven fin.

Casi medio centenar de vecinos de las viviendas cercanas al gran solar en el que se empezó a trabajar y que ahora ha quedado como zona de aparcamiento semiabandonado en la calle San Antonio de Los Molinos, se reunían para pedir que se retomen las obras ya. Están hartos de "promesas" y de "mentiras". 

Explica Ana Baeza, convertida en portavoz de los vecinos en la movilización, explicaba que "desde febrero que salió en el periódico que se iba a retomar la obra, esta es la bendita hora que no se ha hecho nada por una persona que está allí y ni se va ni tiene pensamiento de irse". 

Estos vecinos han tenido reuniones con la concejala de Urbanismo, Eloísa Cabrera y también con representantes de 'Almería XXI' y en esos encuentros se les dijo que "iban a empezar a obras entre mayo y junio. Que había una persona que había perdido un juicio y que lo iban a echar. Eso está en un cajón de un juez, que no sabemos cuándo va a dar la orden. El juicio está perdido, pero no se puede paralizar un barrio por culpa de una persona", afirma con rotundidad Baeza.

Y es que, ciertamente el procedimiento judicial para que este propietario tenga que abandonar su parcela se ha concluido pero, de momento, no hay una fecha para obligarle a marcharse. Una salida que permitiría que se retomen los trabajos.

Suciedad

Mientras tanto, lo cierto es que el solar se ha convertido en un aparcamiento lleno de suciedad, un espacio en el que "hay quien va y descarga escombros" y en el que abundan "las ratas".  Aseguran que tienen muchísimos problemas con el tráfico en la zona "no paran de pasar coches, pasan camiones, por calles estrechas" porque hay una salida cortada precisamente por los trabajos que se habían iniciado. "Aquí (refiriéndose al solar) por la noche no se puede entrar, rompen los  cristales porque no hay luz y esto está fatal", afirma. "Nosotros no tenemos nada en contra del Ayuntamiento, lo único que tenemos en contra es que nuestro barrio está dejado de la mano de Dios y queremos que haya una solución. Que pongan de su parte porque en otros sitios empiezan obras y se terminan, y aquí, no", sentencia.

Sea como sea, lo cierto es que llevan ya dos años y ocho meses esperando una solución y esta no llega. 

La urbanización de cerca de 60.000 metros cuadrados de suelo entre el Paseo de La Pipa y la calle Rosa Chacel, arrancaron en el mes de abril de 2022 con la idea de ser una gran mejora para el barrio y ahora es casi una pesadilla. Cabe recordar que el proyecto en cuestión contemplaba unos trabajos de quince meses de duración y que permitirían la vertebración entre barrios ya que uniría directamente el sector con la rotonda en la que confluyen las calle Instinción, Carrera del Mamí y Carretera de Níjar.

En estos trabajos ‘Almería XXI’ además de hacerse cargo de la ejecución de la urbanización del sector mediante un contrato con la Junta de Compensación, asumía los gastos de urbanización de uno de los propietarios mayoritarios, por importe de 1.170.180 euros, a cambio de dos parcelas en el sector, con una edificación total de 6.501 metros cuadrados construidos sobre rasante, con la posibilidad de construir en ellas 56 viviendas.

La edificabilidad total sobre los más de 60.000 metros cuadrados de suelo es de 38.409 metros cuadrados construidos y el número de viviendas que se pueden levantar son 328.

La ordenación de esta unidad de ejecución se estructura mediante dos viales principales, Paseo de La Pipa, en dirección norte-sur, y la calle Rosa Chacel, en dirección este-oeste, confluyendo en una gran rotonda. Entre las parcelas resultantes de la urbanización, como parcelas dotacionales, encontramos una parcela de equipamiento deportivo con 2.800 metros cuadrados, una parcela Suelos de Interés Público y Social (SIPS) de 600 metros cuadrados y unos 6.000 de Espacios Libres.