Una vida entre colores
La otra cara de Canteras Alonso

José Antonio Canteras Alonso
Alonso nació en Cuevas del Almanzora el 7 de mayo de 1952. Además de la acuarela, emplea otras técnicas como el óleo, la acuarela, tinta china y esmaltes sintéticos. Su temática preferida es el paisaje urbano y rural almeriense. Estudió Bachillerato en Huércal-Overa y fue discípulo de Miguel Cantón Checa, del que recibió grandes influencias y con el que mantuvo una estrecha relación personal y artística. En 1977 se licenció en Bellas Artes en la facultad de San Jorge en Barcelona. Esa institución le otorgó una beca para la estancia en la Escuela de Pintores de El Paular de Segovia. En 1984 publicó junto con Vicente Meavilla ‘El viaje gráfico por el mundo de las matemáticas’ y en 1988 ilustró una reedición del poema ‘Pan de sierra’, de Álvarez de Sotomayor.
En 1991 se inaugura la sala de exposiciones La Tercia, en Cuevas del Almanzora con una exposición antológica sobre su obra y en 2002 el Ayuntamiento le concede el Escudo de Oro por su labor artística y docente, nombrándolo Hijo Ilustre y Predilecto publicando un libro antológico. Canteras Alonso ha expuesto colectivamente y en solitario en las provincias de Almería, Granada, Jaén, Barcelona, Teruel, Salamanca y Segovia. Su obra forma parte de la exposición permanente del Museo de Arte Contemporáneo Antonio Campoy de Cuevas. Ha sido profesor de secundaria y bachiller de Dibujo desde 1979, impartiendo clases los últimos veinticinco años hasta su jubilación en 2012 en el IES Alborán de Almería.
¿La pintura como arte es complicada de entender y valorar?
Entender el arte, no es fruto de una enseñanza o explicación momentánea si no de la sensibilidad del individuo, el valor del arte depende de un mercado y hay que afinar mucho para ajustar debidamente. En todo caso es realmente difícil valorar.
¿Cuál es el secreto para pintar un buen cuadro?
No hay fórmulas mágicas ni métodos, cada artista con sus aptitudes y su actitud consigue el resultado de su obra. Decía Picasso: “Enfrentarme diariamente con el lienzo, es toda una aventura”. La palabra clave es: proceso.
¿Qué es primordial para ser un buen pintor?
Requiere una marcada vocación y si no hay un trabajo duro, los resultados no llegarán. Hacer cosas bonitas, es relativamente fácil, pero para conseguir algo de cierto nivel hay que estar tocado por la mano de Dios, así lo decía el marqués de Lozoya con el que coincidí con él durante una beca en el Paular de Segovia.
¿Para ser buen pintor es básico ser buen dibujante?
Creo que es ser un buen dibujante. Puedes ser más figurativo o menos, pero un sólido dibujo es el mejor cimiento para una buena obra. Mi propia experiencia así me lo ha demostrado. Hay quien piensa lo contrario y aunque yo lo respeto no lo comparto.
¿Usted entiende que haya cuadros muy valiosos y sean muy feos?
Si no entendemos a veces que un cuadro “raro” pueda ser muy válido, depende de la preparación artística del observador. Éste, tal vez por ignorancia se atreve a calificar algo para lo que su sensibilidad no está debidamente preparada.
¿Lo más difícil de pintar?
Para un pintor que algo le sea más fácil o difícil de resolver, creo que es cuestión de preferencias temáticas. Hay artistas que se sienten más a gusto pintando paisaje, figura, bodegón, etc., aunque en realidad su capacidad está en el oficio.
¿La pintura al óleo es el rey y la acuarela la princesa?
No creo que el óleo sea más importante como técnica que la acuarela, aunque hubo un tiempo en el que algunos la calificaban como un arte menor. La acuarela más antigua que el óleo, es una técnica muy difícil, posiblemente la que más, después del fresco, y que conste que no soy ni defensor ni detractor, ya que tengo la suerte de cultivar varias técnicas desde muy joven.
En su paleta y para usted, ¿el color más valioso?
No tengo realmente ninguna preferencia. Cada pintor confecciona su paleta a su gusto, por tanto, eso es algo muy personal.
¿Pintar acuarela requiere una técnica especializada?
Para pintar acuarela hay que tener siempre en cuenta que es una técnica muy grande y que se debe comenzar con un sólido dibujo. El blanco, tan socorrido en otras técnicas, en la acuarela no se utiliza. El proceso del color será de claro a oscuro. El soporte se resume al papel, siendo varios utilizados en otras pinturas.
¿Se puede pintar bien y no ser creativo?
En el arte, y por supuesto en la pintura se debe de ser creativo. Sin creatividad no habría arte. Otra cosa es que la representación sea figurativa o abstracta, pero eso sería otro tema y no hay que confundir.
¿Quién es el pintor de acuarela más universal?
Todas las épocas han dado en mayor o menor número grandes acuarelistas. Desde los hermanos Van Eyk Degás, Cezanne, Van Gogh, Picasso, etc. y sí me gustaría dejar constancia de nuestro padre acuarelista, el almeriense, Julio Visconti.
¿Y el pintor almeriense más grande?
No deberíamos destacar a un pintor, sino a un grupo. Un ejemplo el Indaliano, que en su momento social y artístico, rompió con la pintura del S.XIX, siendo el movimiento más importante del Mediterráneo.
¿Cuántos cuadros ha pintado en su carrera?
Sería muy difícil de calcular, pero teniendo en cuenta que antes de escribir ya dibujaba, sumando los cinco años de carrera en la Facultad de Bellas Artes, y más de veinte años de pintor exclusivo de la galería de arte Argar -donde pintaba una media de cincuenta cuadros al año-creo que arrojan una cifra basta te respetable.
¿Y el cuadro más caro que ha vendido?
Creo que no he tenido un cuadro más caro, pues, por suerte o por desgracia existe un mercado que funciona con unos precios basados más en formatos que en contenido artístico. Nos guste o no, es lo que hay, siendo muy difícil cambiar las reglas del juego.
¿Hay algo especialmente que no le guste de pintar?
Siempre he trabajado en temas que me sugerían e ilusionaban para ponerme manos a la obra. Es tal mi rechazo a pintar algo no deseado, que nunca acepté encargo alguno.
¿Recuerda cuándo y dónde fue su primera exposición individual?
Perfectamente. Fue en la galería Harvy en Méndez Núñez, ya no existe. Tengo muy buenos recuerdos de mi primera exposición y mi mujer fue una de las primeras visitantes a la sala y a partir de ahí llevamos 42 años de convivencia. Y además vendí mi primer cuadro titulado ‘Ruinas de Villaricos’. Imposible olvidar.
¿Ha quemado o destrozado algunos cuadros suyos que no le han gustado?
Sí, pero no porque no me gustaran, sino por una cuestión económica. Fue en mi etapa de Bellas Artes, ya que al tener problemas monetarios tenía que tapar muchos lienzos para pintar encima.